
En privado, sin luces ni taquígrafos, hasta los más altos cargos de Ferrovial reconocen que el gestor de aeropuertos británico BAA vale menos de lo que pensaban hace tres años, cuando se embarcaron en el vuelo más turbulento en la historia de la constructora. Cuando la española adquirió el grupo, preveía una rentabilidad del 15%, y ahora alcula que será del 10%.
Entonces, Ferrovial (FER.MC) comenzó ofreciendo 8.700 millones de libras (unos 12.600 millones de euros) y terminó pagando 9.730 millones de libras por el mayor operador privado de aeropuertos del mundo. Pecata minuta, insinuaban sus directivos, también en privado, cuando se les preguntaba por esta subida de precio.
Para respaldar su teoría, los ejecutivos recurrían a la famosa escena de la película Pretty Woman, en la que Julia Roberts se burla de Richard Gere porque habría aceptado su oferta por menos dinero, a lo que éste le espeta que ella nunca sabrá hasta dónde habría estado dispuesto a pagar.
¿Gran negocio?
Con esta particular metáfora, Ferrovial intentaba hacer ver que BAA era un gran negocio. Y realmente lo creía. Pero el tiempo le ha quitado parte de razón.
Los números que hace ahora la compañía son un 30% inferiores a los calculados hace tres años. Entonces, el grupo presidido por Rafael del Pino esperaba obtener una rentabilidad del 15% con los aeropuertos británicos, expectativa que ha reducido al 10% tras los últimos acontecimientos, según ha podido confirmar elEconomista con fuentes de la compañía.
En este marco destaca la crisis financiera mundial, que ha impedido a Ferrovial sacar adelante la emisión de bonos por importe de 9.500 millones de libras que preveía realizar para refinanciar la compra de BAA; el inesperado chovinismo británico, que ha jugado en su contra en las negociaciones del nuevo marco tarifario y en la decisión de la Comisión de Competencia de obligarle a vender tres aeropuertos; y la caída del tráfico aéreo internacional.
Peligro de números rojos
La difícil digestión de esta multimillonaria compra ya ha empezado a ser recogida por los analistas, que prevén, incluso, unos números rojos de 62 millones de euros en los resultados de Ferrovial correspondientes a 2008, todavía pendientes de ser auditados. Desde la compañía prefieren descartar que vaya a producirse este escenario, aunque admiten que podría llegar a ocurrir.
Sin embargo, aunque Ferrovial terminara presentando pérdidas en la última línea de la cuenta de resultados, la constructora insiste en que volvería a comprar BAA. Eso sí, a un precio inferior.
Un razonamiento lógico, teniendo en cuenta que el estallido de la burbuja crediticia ha dejado claro que la inmensa mayoría de las operaciones realizadas entre 2005 y 2008 se hicieron pagando elevados sobreprecios.
No obstante, una vez supere esta travesía por el desierto, Ferrovial podrá presumir de contar con dos activos irrepetibles: Heathrow, la mayor puerta aérea de Europa; y la autopista canadiense 407-ETR, que por sí sola aporta casi el 40% del negocio de Cintra <:CIN.MC:>, la filial de concesiones del grupo.
Plan de desinversiones
Para conseguir enderezar el rumbo y digerir de la mejor manera posible la compra de BAA, la constructora tiene en marcha un plan de desinversiones, que incluye la venta de su filial de aparcamientos, de las concesiones que tiene en Chile, de los aeropuertos de Gatwick y Stansted, y, si Competencia británica termina obligándole, de uno de sus dos aeródromos escoceses.
La inmensa mayoría de estas operaciones irán dirigidas a reducir el elevado endeudamiento del grupo, que actualmente ronda los 28.000 millones de euros. De hecho, tanto la venta de Gatwick, que Ferrovial quiere cerrar como muy tarde a mediados de abril, como la desinversión en Stansted, se dedicarán en exclusiva a eliminar compromisos financieros.
Un movimiento que realizará poco a poco, ya que la actual coyuntura de mercado desaconseja vender durante este año, debido a que los precios están de capa caída. Por eso, Ferrovial se ha cerrado en banda a llevar a cabo la desinversión en Stansted durante este ejercicio y, si tiene que vender algún aeródromo escocés, tampoco lo hará este año.