
Los grandes grupos bancarios españoles han demostrado su fortaleza frente a la crisis. Las cuatro mayores entidades, a excepción de Caja Madrid (que todavía no ha presentado sus resultados) han esquivado el vendaval financiero mundial. Banco Santander, BBVA, Popular y La Caixa, por primera vez, encabezan el 'ranking' por beneficios, y aguantan la crisis ganando 16.650 millones de euros en 2008, un 16% menos.
El Santander, BBVA, La Caixa y Popular ganaron 16.650 millones, lo que supone un 16 por ciento menos. Esta disminución no es nada significativa si compara con las millonarias pérdidas que están aflorando los gigantes internacionales del sector, que podrían haber alcanzado los 2 billones de euros a cierre del ejercicio pasado.
El beneficio de la gran banca nacional podría haber sido mayor, incluso, si el Banco de España no hubiera exigido menores ganancias para elevar las reservas, porque no es inmune a los problemas, como el incremento de la morosidad, que puede dañar la solvencia. Si no contaran las dotaciones extraordinarias que han realizado para cubrir futuras insolvencias y los efectos de los ingresos singulares, los cuatro grandes mejorarían un 4,5 por ciento la cifra, hasta los 17.588 millones de euros.
Champions League de los bancos
Ambas cifras colocan al sector español por primera vez al frente de 'champion league' tanto europea como mundial. Los cuatro están incluidas en el 'top ten' de la Eurozona por beneficios, tras entrar en el ránking el Popular y La Caixa, hecho que se confirmará cuando todos los grupos financieros de la región publiquen sus números. Es más, el Santander y BBVA han escalado peldaños en la clasificación internacional y se sitúan en el podio, solamente por detrás del británico HSBC. Entidades de la talla de Deutsche Bank, UBS o Royal Bank of Scotland, a nivel continental, están sufriendo un importante deterioro en sus balances por los riesgos asumidos en hipotecas basuras y productos derivados, que en algunos casos han tenido que ser parcialmente nacionalizados.
En Estados Unidos, colosos como Citigroup o Merrill Lynch, han visto como tenían que ser rescatados por el Gobierno u otra entidad ante la fuerte disminución de sus ratios de solvencia.
La gran banca española, por tanto, afronta en posiciones de privilegio la segunda oleada de la crisis, que ya no es de tipo financiero sino económico. Las previsiones del sector es que esta nueva oleada impactará más las cuentas, por la recesión a la que se enfrenta nuestro país. La coyuntura, con un incremento del paro y una ralentización de la actividad, significará un progresivo repunte de los impagos. De esta manera, se calcula que la morosidad alcance este año el 9 por ciento, nivel similar al alcanzado en la crisis inmobiliaria de 1993.
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