
Las exportaciones de vehículos españoles a Reino Unido crecen un 21,4% en el primer trimestre del año, en comparación con el periodo anterior en 2018. El éxito que los vehículos producidos en nuestro país están teniendo en Reino Unido contrasta con la recesión que vive el mercado del automóvil en los principales exportadores de la Unión Europea, y es que a pesar de que el mercado de turismos británico cayó un 2,4% en el primer trimestre del año, las ventas españolas a Reino Unido han superado los 100.000 vehículos, lo que supone un 16,9% del total de las exportaciones de automóviles entre enero y marzo de 2019.
Sin embargo, es cierto que, desde que el ex primer ministro David Cameron convocara un referéndum para decidir la posición de los británicos respecto a la UE, el resultado favorable a la salida generó cierta alarma en prácticamente todo el sector industrial del comercio europeo e internacional. Las exportaciones españolas de automóviles sufrieron una visible recesión entre 2016 y 2018, y las ventas al país británico cayeron un 14,8%. Así pasaron de 338.167 unidades de vehículos exportados en 2016 a 288.093 unidades en 2018.
Anfac tranquiliza al sector
Desde Anfac (Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones) dan una visión tranquilizadora, y aseguran que "por ahora, el anuncio de un posible Brexit duro no se ha notado en el sector. Sabemos que repercutirá en algo, pero por ahora, el mercado español de vehículos es el que resulta más atractivo para los británicos".
"Decrece el número de matriculaciones en Reino Unido, pero aumentan las exportaciones de España al país británico; el vehículo de gama media-alta fabricado en España resulta más asequible y atractivo para el mercado inglés, y esto no tiene nada que ver con el Brexit". La industria siempre se mostró reticente al divorcio entre Europa y Reino Unido, confiaban en que se llegara a algún tipo de acuerdo para salvaguardar la producción si finalmente se llegaba al fatal desenlace. Una salida de la UE sin acuerdo de ningún tipo significaría que todas las facilidades actualmente en vigor, gracias al mercado único (libre circulación de mercancías, personas, servicios y capitales), quedarían suspendidas y se volvería a aplicar la legislación básica de la Organización Mundial del Comercio entre el Reino Unido y la Unión Europea.
La exportación de vehículos españoles en el periodo de enero a marzo de 2019 cae un 3,35% con respecto al primer trimestre de 2018, y baja de los 620.704 vehículos exportados a las 599.927 unidades.
Por otro lado, la producción de vehículos también inicia el año 2019 con caídas en el primer trimestre, y experimenta un descenso del 1,75%, lo que reduce la producción en más de 13.000 unidades.
Se reducen las exportaciones
En el total de 2018, las exportaciones de vehículo español fuera de las fronteras se redujeron a 2,3 millones de unidades, un 0,6% menos que el año anterior.
Pero no todo iban a ser malas noticias, y es que a pesar de cerrar el año en negativo, el automóvil sigue siendo el principal sector exportador en el país, con más de 35.741 millones de euros, y el de mayor aportación positiva a la balanza comercial española con 13.728 millones de euros.
Las exportaciones a América descendieron un 6,5% y a Asia, un 41,5%
Las fábricas españolas continúan apostando por la diversificación de sus exportaciones, y en el ejercicio de 2018 destaca el crecimiento de las ventas a África con un incremento del 48,5% respecto a 2017, siendo Argelia, Marruecos, Egipto, Sudáfrica y Túnez los destinos que más crecen en este continente.
Sin embargo, el continente americano y el asiático descendieron un 6,5% y un 41,5%, respectivamente, debido en parte a las crecientes tensiones comerciales entre EEUU y China que están afectando al comercio mundial, por lo que la cuota de mercado se reduce y América pierde casi un punto respecto a 2018, mientras que Asia cae tres puntos y medio desde 2017.
Reino Unido, por su parte, crece más de cuatro puntos y recupera cuota de mercado como uno de los principales compradores de los automóviles españoles.
Mercado europeo
Las exportaciones españolas de vehículos se han destinado fundamentalmente al mercado comunitario, de modo que, históricamente la producción de vehículos española dependía en gran medida de la situación económica que atravesara la Unión Europea.
En estos últimos años la tendencia ha cambiado y se había logrado incrementar las exportaciones de turismos a países que no pertenecieran a la UE. Si bien debido al ascenso de las medidas proteccionistas en los distintos mercados, la negociación del Brexit, las guerras comerciales entre bloques de países y los costes logísticos -mayores que los de países de nuestro entorno-, complican las ventas fuera de nuestras fronteras.
La guerra comercial lleva a España a depender de sus cuatro grandes mercados tradicionales
Además, debido a las crecientes tensiones comerciales entre EEUU y China que están afectando al comercio mundial, la reducción de las exportaciones se ha ido incrementando exponencialmente, incidiendo en estos dos últimos años, lo que ha provocado que España vuelva a depender de sus cuatro principales destinos de exportación.
Y es que mientras que en 2018 Francia, Alemania, Reino Unido e Italia recibieron el 60,7% de las exportaciones, en el primer trimestre de 2019 la cuota que representan estos países ha crecido tres puntos, hasta el 63,8%.
Por otro lado, las exportaciones de vehículos a países europeos que no pertenecen a la UE-15 han perdido 0,8 puntos de cuota hasta representar el 13,6%, la cuota que representan las exportaciones hacia América ha caído 0,7 puntos y la africana 0,9 puntos.
Al sector del automóvil le sienta bien el libre mercado y es importante trabajar en fortalecer las relaciones comerciales positivas con los distintos países.
Reino Unido y Turquía
Reino Unido y Turquía son dos de los destinos más importantes para la exportación de vehículos española, aunque presentan comportamientos totalmente opuestos en el primer trimestre de 2019.
Mientras que las exportaciones de vehículos españoles han crecido un 21,4% en Reino Unido en el primer trimestre del año, Turquía ha presentado una caída de más de 3 puntos respecto al año anterior. El país que ha sido durante años el quinto destino en importancia para las exportaciones españolas pasa a ser el décimo séptimo destino, con una caída de las exportaciones del 46,6% de 2016 a 2018, y una pérdida de más de 60.000 unidades de producción, debido a la crisis económica en la que se encuentra sumida el país.
Segundo semestre
Los mercados de exportación a los que se dirigen los vehículos españoles no atraviesan mejoras en el primer semestre del año, y la exportación se reduce un 10% empujada por la debilidad de los principales mercados compradores de los vehículos españoles.
Por otro lado, la fabricación también sigue es descenso por octavo mes consecutivo, y cae un 6% respecto al mismo periodo del año anterior. Ninguno de los mercados a los que se dirigen los vehículos españoles atraviesa un momento de alza en las matriculaciones, y los principales países europeos disminuyen sus ventas.
Francia cae un 1,8%, Reino Unido recorta un 3,4% e Italia reduce sus entregas en un 3,5%. El único país que se salva es Alemania, y tan solo con un ligero aumento del 0,5%, aunque sus fábricas produjeron un 12,5% menos de vehículos en el primer semestre del año; Reino Unido recortó su fabricación un 21,1% e Italia redujo su producción un 18,2%.
La tendencia a la baja se consolida por octavo mes consecutivo en las ventas de vehículos en la Unión Europea, y descienden en el segundo trimestre del año un 3,1%, con la excepción del mes de mayo, que aumentaron un 0,1%.
El sector del automóvil aporta más de un 10% al PIB nacional
El sector automovilístico, incluyendo a la industria de componentes, facturó en España 104.000 millones de euros, de los cuales 66.550 correspondieron a los fabricantes. La producción española de vehículos contó con la fabricación de 2.819.565 unidades y exportó el 81,7% de las unidades producidas en España. Sin embargo, aunque el pasado año comenzó con un incremento de las unidades producidas en el primer semestre con un 4,2%, a partir de septiembre, la entrada en vigor de la nueva normativa de medición de emisiones WLTP, junto con las dificultades de las fábricas para proveerse de motores homologados y la progresiva debilidad de la demanda española y europea, condicionaron la producción, que terminó cerrando con un 1% en negativo.