Comapa plantea a los acreedores una quita del 50% de sus 200 millones de deuda
Comapa, el proveedor de jamones de Carrefour, que ha sido denunciado por la venta de jamón polaco como si fuera español y que está siendo investigado por la venta de productos presuntamente en mal estado, ha presentado preconcurso de acreedores en los juzgados de Granada, con una deuda de casi 200 millones de euros. De acuerdo con las fuentes consultadas por este periódico, Comapa estaría planteando a sus acreedores una quita de alrededor del 50 por ciento de la deuda, sin que se hubiera llegado a ningún tipo de acuerdo.
La compañía afronta una deuda bancaria a corto plazo de 87 millones de euros, a los que hay que sumar otros 8 millones más a largo plazo. A esa cantidad, no obstante, hay que añadir compromisos de pago con acreedores comerciales por un importe de otros 101 millones más.
El diario Economía Digital adelantó ayer que la solicitud del preconcurso, que permite a Comapa contar con cuatro meses de plazo para llegar a un acuerdo antes de declararse insolvente, se presentó el pasado 20 de mayo ante los juzgados de lo mercantil, por la imposibilidad de afrontar los pagos pendientes.
Controlada por Vall Companys
Comapa está controlada desde finales del pasado mes de abril por la cárnica catalana Vall Companys, que tiene el 29,83 por ciento del capital, y que asumió entonces la gestión, con la intención de poner en marcha la creación de un nuevo gigante del sector.
Vall Companys espeaba en una primera fase llevar a cabo una integración de los procesos productivos, sustituyendo por ejemplo la carne que Comapa estaba importando hasta entonces de Polonia por el porcino español del Grupo Vall.
El objetivo final es una integración de ambos grupos, que permitiría la creación de la mayor empresa de alimentación de España, con una facturación de más de 2.200 millones de euros, según las cifras del último ejercicio.
Enrique Gil, director del área de porcino de Vall Companys y desde abril consejero delegado también de Comapa, remitió una carta a los depositarios -las empresas proveedoras que almacenan la carne- en la que explicaba las decisiones adoptadas por la junta de accionistas el pasado 11 de abril.
En el escrito, Gil aseguraba que "ha adoptado un relevo en la gestión, que se ha traducido en cambios en el consejo (...), causando baja en los órganos de administración y dirección los señores Jaime y David Álvarez". Jaime Álvarez ha negado, sin embargo, que ninguno de los dos haya tenido ningún de responsabilidad como administrador de hecho o de derecho.
El accionariado
Los Álvarez siguen siendo, sin em-bargo, accionistas de Comapa a través de Fleku Treinta, que tiene el 10,78 por ciento. Un 42,61 por ciento está en manos de Les Pedreres, representada por Blai Parés, presidente no ejecutivo hasta ahora de la cárnica. El 10,77 por ciento restante, al margen de la participación de Vall Companys, es propiedad de Inmo Habitat Inversión, una firma controlada por la sociedad suiza Conver Holding.
La catalana Vall Companys podría acabar haciéndose ahora con el cien por cien del capital, según las fuentes consultadas.