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Rusia prepara el primer viaje de una central nuclear flotante

  • La planta, de Rosatom, suministrará electricidad a 50.000 personas a finales de año
Imagen: Reuters
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Akademik Lomonosov es el nombre de la primera central nuclear flotante que Rusia ha puesto en marcha para uso civil. Construida entre 2007 y 2018 con la misma tecnología utilizada en los rompehielos nucleares, dispone de dos reactores con potencia de 35 MW que podrían suministrar electricidad a 100.000 habitantes aproximadamente.

El buque comenzó su puesta a punto en el mes de noviembre y para diciembre ya estaba en funcionamiento al 10% de su capcidad. Su destino final se encuentra en la localidad de Pevek, donde se conectara a redes eléctrica y de calefacción para comenzar a funcionar a finales de este año, y abastecer a más de 50.000 personas.

Sustituirá la energía producida por la central térmica de Cháunsakaya y la nuclear de Bilíbino. Esta última lleva en funcionamiento desde 1976 y es considerada la central nuclear más pequeña y aislada del mundo. El pasado mes de marzo uno de sus cuatro reactores fue desenchufado de la corriente y el combustible fue retirado y almacenado. Para el 2022 está previsto que los tres reactores que aún están en funcionamiento en Bilibino, sean desconectados también. Por el contrario, Lomonosov cuenta con reactores de gran potencia que podrían estar activos durante más de tres años sin la necesidad de ser alimentados con combustible.

Según Rosatom, la corporación estatal que regula las operaciones nucleares en el país, la central nuclear flotante, gracias a su autonomía y flexibilidad, es un ejemplo para futuros proyectos en otros países y a la vez un negocio próspero y tentador. Territorios como China o EEUU ya están diseñando proyectos similares. El verano pasado, la potencia asiática puso en marcha un proyecto de energía nuclear flotante, valorado en algo menos de 200 millones de euros con la finalidad de facilitar el acceso a electricidad en islas y ciudades costeras del mar del Sur de China.

Tras la celebración de la reunión del G20 (países industrializados y emergentes) en Buenos Aires, Rosatom firmó un acuerdo con Argentina, ofreciéndole la posibilidad de liderar en conjunto una flota de centrales nucleares flotantes diseñadas por Rusia.

Cabe destacar que Lomonosov, se posiciona como la central flotante más segura del mundo, por encima de las centrales en tierra firme, asegura la organización rusa Iceberg Central Design Bureau, responsable de la fabricación de la central.

Se estima que pesa 21.500 toneladas y sus dimensiones son de 144x30 metros

Con un presupuesto inicial de 232 millones de dólares y un diseño creado para soportar las condiciones adversas del Ártico, como posibles choques con icebergs, olas de siete metros o vientos huracanados de hasta doscientos kilómetros por hora, la embarcación también cuenta con instalaciones como gimnasios, bares o bibliotecas para sus 342 trabajadores. Los operarios irán intercalando cuatro meses d trabajo con otros cuatro meses de descanso fura del barco.

A pesar de que Rusia presenta la embarcación como la pirmera planta nuclear flotante, cuenta con el antecedente del MH-1A Sturgis. Situada en el Canal de Panamá., esta central nuclear intinerante, fue construida por EE.UU y se encargó de producir electricidad para abastecer de energía a los ochenta kilómetros de esclusas del Canal de Panamás entre los años 1968 y 1976. El Sturgis, que dejo de funcionar hace más de cuarenta años, quedó desmantelado en el 2018 y más de 680 toneladas de residuos nucleares fueron retirados. Aunque en un principio fue utilkizado como un simple barco de carga, el Sturgis funcionó sin ningun problema durante ocho años, hasta que el programa militar que lo desarrolló decidió que este tipo de proyectos eran demasiado costosos lo canceló.

El proyecto Akademik Lomonosov no ha tardado en suscitar críticas, ya que se toma en consideración la opción de que, realmente, la planta flotante pueda llevar a cabo otras funciones más allá de las inicialmente estipuladas. Casualmente, la región del Lejano Oriente donde Rusia planea remolcar la central flotante es conocida por ser una zona rica en minerales, y los críticos no descartan que la energía acabe usándose para alimentar las actividades de extracción de hidrocarburo. Otra incongruencia es la distancia a la que se encuentra la base para la carga de combustible en Murmansk respecto a la pequeña ciudad costera de Pevek.La embarcación se vería obligada a recorrer largas distancias, -4.500 kilómetros aproximadamente-, para llevar a cabo el proceso de retirada de combustible gastado para su almacenamiento.

Esta crítica se une a la de los ambientalistas de Greenpeace y otras organizaciones ecologistas, que temen que un reactor nuclear estacionado en pleno Mar Ártico pueda convertirse en el mismísimo Chernobyl. Juntos iniciaron una campaña para evitra que la embarcacion saliese de San Petersburgo. Tras el éxito absoluto de la campaña, se decidió que Akademik Lomonosov partiria finalmente de Murmansk, ciudad que tambien serviria como base para la carga de combustible nuclear.

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