Tiger Woods ha regresado. Hace unos días aterrizaba en Augusta rodeado de un halo que hacía mucho tiempo que sus fans no veían. Tres años, para ser más exactos, desde aquel fatídico 2009 donde al rey midas del golf todo se le convirtió en barro.
Ahora, con tres victorias conseguidas esta temporada, otras tres en 2012, y un noviazgo mediático con la esquiadora Lindsey Vonn, parece que el tigre, de 37 años, vuelve a rugir.
De entrada, ha vuelto a escalar hasta el número 1 del ranking mundial, después de ganar el Arnold Palmer Invitational celebrado en Orlando (Florida).
El norirlandés Rory McIllroy, 14 años menor que Woods, era dueño de esa posición desde marzo de 2012. En la anterior etapa de su reinado, Tiger Woods había permanecido 623 semanas en lo más alto del ranking ?281 de ellas consecutivas y se había hecho con 14 majors: 4 Masters de Augusta, 3 US Open, 3 british Open y 4 campeonatos de la PGA. Tan solo le queda ganar otros cuatro para igualar al mítico Jack Nicklaus, el golfista con más majors de la historia.
Y es que cuando se habla de Tiger Woods, las cifras se disparan. Fue en su momento el deportista profesional mejor pagado del mundo (la revista Forbes calcula que su fortuna alcanza los 670 millones de euros) ha vendido millones de ejemplares de su libro, en el que explica cómo jugar al golf, y batió records de ventas con el videojuego "Tiger Woods PGA Tour 12: The Masters".
Ahora solo queda saber si vuelve a la cumbre para quedarse.
