Factoria 4.0

Calvo lidera la transformación en el sector conservero

  • 'Calvo Excellence System' contempla una inversión de 25 millones en 4 años
La planta de Calvo de Carballo (Galicia). EE

La firma gallega desarrolla el proyecto Smart Tuna Factory por el que trasladará el concepto de la Fábrica del Futuro 4.0 a su planta de Carballo (Galicia) para ganar en eficiencia.

La Industria 4.0 está llegando, poco a poco, a todas las compañías españolas para cambiar sus modelos de negocio tal y como se concebían hace años. La innovación se ha convertido en una de las herramientas fundamentales para las empresas a la hora de ganar competitividad. En este contexto, el Grupo Calvo se ha convertido en uno de los mejores ejemplos de cómo la transformación digital va a llegar a todo tipo de negocios, incluso a los más tradicionales.

Horas y horas dentro de la fábrica separando las partes de cada pescado, con una redecilla tapando la cabeza y el mismo uniforme que cubría un delantal. Así era hace unos años el trabajo dentro de una conservera. Sin embargo, las exigencias de competir en un mercado cada vez más grande y globalizado han obligado al Grupo Calvo a reinventarse y lanzar un plan estratégico, Calvo Excellence System, que contempla una inversión de 25 millones de euros en cuatro años. Su objetivo es lograr unos procesos más flexibles, eficientes e inteligentes. En el marco de esta estrategia, Calvo se encuentra inmerso en una iniciativa conjunta con Anfaco-Copesca por la que desarrollarán actividades de I+D+i. Este proyecto, el Smart Tuna Factory, quiere poner en marcha un sistema integral basado en las nuevas tecnologías para poder crear el concepto de Fábrica del Futuro 4.0 en su fábrica de Carballo (La Coruña).

En palabras de Enrique Mandado, director industrial del Grupo Calvo, "creemos que las nuevas demandas del mercado hacen necesario avanzar en el desarrollo de las capacidades de las plantas de producción. Hoy, éstas tienen que tener una mayor flexibilidad y capacidad de respuesta a las demandas de los consumidores".

Automatización de procesos

El director industrial de la compañía gallega explica a elEconomista que este proyecto consiste en la automatización total de los procesos, la robotización de determinadas operaciones o el control en tiempo real de las máquinas para tener la capacidad para corregir cualquier desviación. En este sentido, Mandado explica que "el presupuesto se destinará principalmente al rediseño de la planta, a la compra de maquinaria para automatizar los procesos, al rediseño de las instalaciones industriales dentro de la planta y a la formación continua de nuestros colaboradores". De hecho, desde la firma gallega hacen especial hincapié en la importancia que tienen sus trabajadores en todo el proceso de digitalización.

No obstante, el plan todavía se encuentra en fases iniciales. El pasado año, los directivos de Calvo se dedicaron a establecer los objetivos técnicos del proceso de transformación digital, incluyendo el diseño de nuevos equipos y el rediseño de la planta. A lo largo de este año, está previsto que se construyan dichos equipos y se instalen en la planta. En 2018, arrancará la instalación de embalaje del producto y un año después lo hará la instalación completa. La última fase llegará en 2020 con el arranque en serie de todo el proceso. Aunque por el momento el proceso de transformación industrial de Calvo sólo se va a implantar en la planta brigantina de Carballo, el modelo de excelencia se está ya desarrollando en su fábrica de Brasil "y previsiblemente lo hará en otras en un futuro próximo", explicó Mandado. "Nuestro plan industrial nos permitirá utilizar mejor nuestra capacidad productiva mejorando nuestra eficiencia e incrementando nuestra flexibilidad y capacidad de reacción a lo largo de todo el proceso de producción", concluyó el director industrial de Grupo Calvo.

Un plan de I+D con una inversión de 25 millones

Con más de 70 décadas a sus espaldas, el Grupo Calvo ha conseguido reinventarse y apostar por digitalizar su negocio. A través del Calvo Excellence System, la compañía gallega dedicará todos sus esfuerzos durante los próximos tres años a transformar su joya de la corona: la planta de Carballo (La Coruña). "Nuestro plan industrial nos permitirá utilizar mejor nuestra capacidad productiva mejorando nuestra eficiencia e incrementando nuestra flexibilidad y capacidad de reacción a lo largo de todo el proceso de producción", explica el consejero delegado del grupo, Mané Calvo.

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky