Consumo

Cómo ahorrar con el alquiler de productos ya usados

  • La tecnología ha contribuido a la expansión de la economía colaborativa
Imagen de Istock

Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), los españoles están cada vez más concienciados de los beneficios de las platafaformas de consumo colaborativo. El ahorro es la principal ventaja de esta nueva forma de consumo, que se encuadra dentro del marco de la era digital, pero no es la única ya que, además, se convierte en una fuente de ingresos extra. Más noticias en la revista gratuita elEconomista Consumo

Según estimaciones de PwC, se espera que en 2025, el 64% de los adultos use este tipo de plataformas tanto para ahorrar como para lograr una rentabilidad, ya que generará unos ingresos de 335.000 millones en todo el mundo. Tal y como afirma Dhiren Chatlani, portavoz de Relendo, site especializado en el alquiler de objetos colaborativos: "La economía colaborativa se ha implantado en sectores tan tradicionales como el transporte, la vivienda, el turismo o el mercado financiero. Se trata de una manera de ganar un dinero extra sacando partido a nuestras cosas".

Sacar la máxima rentabilidad

Esa acumulación de objetos que acostumbramos a no tirar por si algún día volvemos a utilizar y que en la mayoría de los casos tienden a quedarse olvidados en trasteros, tienen un valor que podría llegar a los 7.000 euros, indican desde el portal Tablón de Anuncios, siendo la ropa y los complementos donde más dinero se podría conseguir.

TNS, además, ha elaborado un estudio en el que se establece que los españoles acumulan en su hogar una media de 53 objetos sin utilizar, que tienen un valor de 2.000 euros. Para lograr un beneficio por ellos y darles una vida útil, se pueden vender en el sector de la segunda mano pero, ¿y si en vez de venderlos se opta por alquilarlos?

Según el estudio de la OCU, tres de cada cuatro españoles han alquilado alguna vez artículos de segunda mano a través de plataformas como la ya mencionada Relendo.

Pero no sólo los objetos que ya no utilizamos son alquilables, también lo son otros bienes como el coche, los asientos del mismo, la plaza de aparcamiento, la bicicleta, una vivienda, las habitaciones de la misma... parece ser que todo se puede poner en alquiler, ya sea por días o por horas, hasta las habilidades profesionales de uno mismo se ponen a disposición de otros particulares. Sin dejar de mencionar el hecho de que con estas nuevas formas de consumo han surgido pequeños inversores o empresarios que se dedican a hacer micropréstamos a otros usuarios, sin intervención bancaria.

¿Hasta dónde llega la legalidad?

El número de empresas que surgen de esta actividad crece cada año -en España hay más de 500 que lo utilizan-, aprovechando el auge de este nuevo modelo de negocio, importado de ciudades punteras como Londres, Berlín o San Francisco. Se genere o no un beneficio, ya que existen sites en los que el objetivo es simplemente ahorrar o un intercambio de favores, es decir, sin dinero de por medio, los límites parecen no quedar suficientemente establecidos.

De sobra son conocidos los problemas legales a los que se enfrentan plataformas como Blablacar, Uber o Airbnb, además de la competencia -desleal o no- que suponen para el sector tradicional, que incluso llegan a acusar a estos modelos de ejercer una actividad ilegal al no disponer de licencias, entre otros argumentos, como una posible economía sumergida o ser una manera de vender una actividad comercial bajo el cartel de consumo colaborativo sin que se trate de ello.

Legal o no, lo que está claro es que, por el cambio de mentalidad de la sociedad y el auge de las nuevas tecnologías, el perfil de consumidor también ha cambiado, siendo más eficiente, porque busca ahorrar lo máximo posible gracias a nuevos métodos disponibles en el mercado, entre ellos, este tipo de consumo, que le permite lograrlo a la vez que conecta con la comunidad. De hecho, el 80% de los usuarios de plataformas colaborativas se muestra satisfecho con el consumo colaborativo, según la OCU, la UCM y la comunidad Quishare.

Desde Valkiria Hub Space, plataforma empresarial que analiza las nuevas formas de trabajo, explican que: "Las nuevas tendencias laborales pasarán por la implantación de plataformas colaborativas, la diversidad generacional, la movilidad, la flexibilidad y la globalización, lo que generará un aumento en la actividad económica empresarial y la creación de nuevos proyectos con un impacto social".

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