
La tecnología no deja de evolucionar a pasos gigantescos. Cada semana vemos en todos los medios nuevas ideas, revolucionarios productos, prototipos, visiones hechas realidad... Y, a medida que dicha tecnología avanza en un camino, se acentúa el trecho con el mundo más tradicional. Más noticias en la revista gratuita elEconomista Consumo
Es decir, notamos que algunos sectores están a la vanguardia tecnológica mientras que otros se han quedado estancados en los mismos procesos y herramientas utilizadas desde hace prácticamente décadas. Y no decimos que haya que implementar los inventos más recientes, pero estamos convencidos de que se podrían beneficiar muchísimo de pequeñas mejoras tecnológicas para hacer más eficientes y sencillos sus procedimientos y así poder optimizar sus recursos. La geolocalización es una de ellas.
Existen cientos de ocasiones a lo largo del día en las que podemos localizarnos de una manera más eficiente y sencilla que llamándonos o escribiéndonos con el clásico: "¿Dónde estás?" De igual manera, hay un sinfín de situaciones para las empresas en las que ofrecer un geoposicionamiento detallado puede ser crucial para optimizar la experiencia de usuario.
Falta de formación o recursos
Por desgracia, muchas empresas o no tienen la formación o no tienen los recursos suficientes ni para desarrollar esta tecnología ni para implementarla de manera sencilla. Pese a que la localización en tiempo real no es el gran invento revolucionario de 2016, desde luego -si está bien hecho, que no es fácil- resulta lo suficientemente potente y útil para empresas de todo tipo.
La geolocalización de Wave es sólo un ejemplo más entre miles de otras aplicaciones sencillas, eficientes y económicas -algunas incluso gratuitas- de las que se podrían beneficiar las empresas: mensajería instantánea, alquiler de pisos para viajes de negocios o métodos de transporte alternativos para desplazarse por cualquier ciudad.
Pero es que en muchísimos casos tenemos que dar un par de pasos más hacia atrás. Empresas que siguen usando más el papel y boli que el teclado del ordenador. O el teléfono fijo más que el móvil. Y lo más curioso es que estas empresas no van a desaparecer si no se adaptan a los nuevos tiempos como muchos piensan. Muchas gozan de gran estabilidad y suficiente facturación y fidelidad de clientes como para no morir, a pesar de no estar bien posicionadas en los buscadores digitales. Y entonces, ¿por qué no se aprovechan de la tecnología?
Por un lado hablaríamos de un tema de ambición. Hay compañías que se sienten cómodas en su posicionamiento actual. Por otro lado, también sería un tema de desidia a la hora de adaptarse. La realidad es que estos servicios que hemos comentado desde luego facilitan el día a día de la empresa, pero no es algo vital para su desarrollo -como podría ser tener una cuenta de email, por ejemplo- y muchas veces, por ello, se prescinde de estos servicios pese a los inherentes beneficios que reportan.
Tecnificación
Las empresas de geolocalización han de imponerse como objetivo formar parte de esa evolución natural de las empresas hacia la tecnificación de sus procesos. Implementarlos no depende de nosotros, pero sí podemos contribuir ofreciendo servicios que mejoren la eficiencia de sus negocios. Renovarse o morir que decía. Y así es.
La digitalización de la economía es un proceso imparable y aquellos que no tomen desde ya la decisión de subirse al carro, podrán aguantar una temporada, pero antes o después seguirán surgiendo novedades, startups y mentes con ganas de cambiarlo todo que acabarán por comerles terreno. Sobre la base de negocios consolidados debería ser más fácil incorporar mejoras basadas en tecnología e I+D+i. No debería darnos pereza o miedo. Los cambios no son problemas o dificultades, son oportunidades para hacernos mejores. Talento, convicción y empuje para mejorar y darle una vuelta a todo lo que hacemos como país.
Tenemos un ejemplo en el mundo financiero. Uno de los mercados en los que los desarrollos de tecnologías disruptivas más están revolucionando el sector. La banca tradicional se está teniendo que incorporar a ese proceso casi a empujones puesto que los antiguos servicios ya no valen para una generación que vive desde años en torno a la conectividad.
Mejorar los procesos
Es necesario mejorar los procesos, tanto internos como externos. La localización y el control de la misma, de muchos puntos en tiempo real es una herramienta de un valor incalculable, no sólo desde el punto de vista interno de las empresas, sino también como un plus para clientes. Empresas de envíos, de transporte, empresas de dating o de food delivery, plataformas que ponen en contacto a mercados de productos de segunda mano o empresas de movilidad urbana. Imaginemos que puedan acabarse por fin esas franjas horarias de entregas de un paquete, simplemente geolocalizando al repartidor y al cliente; ver de manera fácil si está llegando nuestro medio de transporte, sin tener que esperar en la calle; o quedar con un contacto al que no conocemos físicamente y encontrarnos de manera sencilla. El mercado en el que la geolocalización puede influir y aportar valor es inmenso.
Sobre la base de una tecnología potente, novedosa y adaptada a las necesidades del mercado, podemos ser todos más fuertes. Y esto es sólo el principio. La transformación digital de la sociedad nos ha de empujar hacia nuevos retos. Y todos debemos aportar nuestro granito de arena.
Los próximos años serán apasionantes. Viviremos en un entorno de constante cambio, con revoluciones y visiones que no hubiéramos podido imaginar hace relativamente poco tiempo. En ese sentido estamos deseando que España se convierta en un foco y origen de innovaciones en todos los ámbitos de nuestro día a día.
Luis Gelado, director de operaciones de Wave Application