El objetivo de las familias, más que ahorrar, es consumir mejor. Tres frentes: ahorro 'hormiga', revisión de la totalidad de los contratos y servicios, y planificación de compras
El Día Mundial del Ahorro se celebra cada 31 de octubre, con el objetivo de que los ciudadanos, las familias, tomen conciencia de la necesidad de ahorrar y de consumir de forma más racional y sostenible. Los españoles han cogido mucha práctica en los últimos años, aunque sus niveles de ahorro se mantienen entre los más bajos de Europa. La tasa de ahorro de los hogares se estancaba en 2013 en un 10,4 por ciento de su renta, la cifra más baja de los últimos ocho años. En un año tan duro, a los españoles apenas les dio la nómina para pagar la hipoteca o el alquiler, los préstamos y los seguros.
Las últimas cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE), correspondientes al segundo trimestre del año, cuantifican el ahorro de los hogares en un 15 por ciento de los ingresos. Son casi 27.800 millones de euros, 590 por persona. Eso sí, hacen media las familias españolas que no pueden ahorrar nada o casi nada, que son más de la mitad -exactamente el 51 por ciento-. Los últimos datos confirman la tendencia: la deuda de las familias bajaba en agosto un 4,5 por ciento, hasta alcanzar niveles de 2006. La primera fuente de ahorro son los pequeños gestos, como apagar las luces al salir de la habitación o moderar la velocidad para hacerla eficiente, lo que puede generar ahorros de unos 300 euros al año. Con acciones más ambiciosas y constantes se pueden conseguir ahorros reales de hasta 1.000 euros anuales.
Ahorro 'hormiga'
Es la voluntad de hacer frente al tipo de desembolso de baja intensidad que se realiza de una manera inconsciente: no repasar bien los tiques de compra o la cuenta en hostelería o las compras y consumiciones por impulso, como chicles, refrescos, un snack, una revista, un café? El objetivo es controlar el gasto, no renunciar a él, así que si se destina un presupuesto para un café diario, hay que ser constante a la hora de ajustarse y nunca pasarse. Hasta los caprichos deben estar programados. Dos trucos que ayudan a controlar el menudeo del gasto: pagar en efectivo y mantener el registro de todo lo que se pague.
Revisión de contratos y control de gastos
Revisar los contratos de servicios y suministros -telefonía e Internet, luz, gas, seguros y productos financieros- puede generar un ahorro de 500 euros al año si se cambian los seguros, 350 euros si se comparan las ofertas de telefonía y de 300 euros si se modifica el contrato de la luz, según datos de la Asociación de Consumidores de Navarra. Con un plan integral que afecte a la luz, telefonía, seguros y cesta de la compra, el ahorro global anual ronda los 2.000 euros. Sin contar el gasto en vivienda -hipoteca o alquiler- hay tres facturas a las que hay que vigilar de cerca: telefonía, electricidad y gas o fuente de energía para el sistema de calefacción.
Telefonía. Las tarifas están muy ligadas al avance de las tecnologías y a los movimientos del mercado, cambios que impactan en las tarifas y que obligan a estar revisando precios y servicios continuamente para asegurarse pagar lo menos posible. Para empezar, es recomendable adquirir la costumbre de revisar las facturas y comprobar si el desglose se corresponde con los servicios recibidos y sus precios. Hacerlo puede acarrear muchas sopresas y, si se reclama, generar ahorros, incluso mejoras en el contrato.Cada vez es más frecuente encontrar ofertas globales para los servicios de telefonía, internet y televisión de pago. Y esta competencia está permitiendo que las plataformas de televisión de pago revisen continuamente sus precios, paquetes y tarifas. Es posible ahorrar más de 350 euros anuales en telefonía si se calculan los gastos y se ajustan las necesidades.
Electricidad. Hay que tomar conciencia de los costes del recibo de la luz y de sus componentes, o al menos intentarlo. Un ejemplo: existen tarifas que incluyen el mantenimiento, las urgencia o incluso la protección de pago, "pero no son siempre imprescindibles y pueden suponer un sobrecoste cercano a los 100 euros al año", apuntan desde Rastreator.
Se puede cambiar de suministrador de electricidad y elegirlo entre un cada vez más amplio abanico de compañías. La web de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ofrece un listado completo y actualizado de las compañías que operan en el mercado y un comparador de tarifas. El 30 de octubre finaliza el plazo para participar en la segunda compra colectiva de energía en España organizada por la OCU. A la primera, realizada el año pasado, se sumaron 500.000 hogares y consiguieron una media de ahorro de 50 euros anuales.
El punto de partida es revisar la potencia contratada, una partida muy alta en la factura. Eso sí, hay que estar seguros, porque hay que esperar un año para poder volver a cambiarla, como apuntan desde la Federación de Usuarios Consumidores Independiente (FUCI). Hay que echar cuentas por si compensa contratar una tarifa con discriminación horaria y agrupar el consumo para gastar menos. "La diferencia entre las tarifas puede suponer un ahorro de 180 euros al año". Pero hay que extremar las precauciones con el prime-time de la nueva tarifa eléctrica: con el nuevo recibo de la luz el consumo eléctrico en hora punta es más caro.
Según los datos de máximo consumo que va publicando diariamente Red Eléctrica Española hay un periodo de seis horas que puede disparar la factura: entre las 7 y las 9 de la mañana, y las horas de la tarde-noche, entre las 20 y las 22 horas. Así que, siempre que sea posible, conviene replantearse hábitos y reajustar horarios: preparar la cena antes de las ocho, poner la lavadora a mediodía, etc. Hay que tener cuidado, porque el precio de la luz sigue su escalada: el 10 de octubre se registró el precio diario más alto desde diciembre de 2013. El repunte ha sido tan pronunciado -un 18 por ciento más caro en septiembre respecto a agosto- que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) está investigando la subida.
Otro gesto de un pequeño ahorro es apagar los electrodomésticos y aparatos eléctricos con modo standby. Televisores, ordenadores y equipos de música, siguen gastando al estar enchufados, incluso apagados. Evitar ese consumo silencioso supone un ahorro que ronda el 10,7 por ciento de la factura, según Idae (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía), que los expertos estiman en 52 euros al año de media.
El 56 por ciento de los 990 euros de media que paga cada familia corresponde a los electrodomésticos. Hay que utilizar los programas de bajo consumo, ajustar el termostato de la calefacción: 20º C de día son suficientes y 15 por la noche. Y usar bombillas de bajo consumo. Un 25 por ciento de la energía que se consume en un hogar va destinado a la iluminación. Usar bombillas led o de bajo consumo ahorra un 80 por ciento. El precio está compensado: el coste medio anual calculado por Ikea para sus bombillas de bajo consumo es de 1,11 euros frente a los 4,5 de una bombilla tradicional.
Calefacción. Mejorar su eficiencia se ha convertido en una prioridad. Hay que controlar el termostato y no subir de 20º C, instalar termostatos en los radiadores, aprovechar los planes Renove de ayudas para sustituir calderas o ventanas y mejorar el aislamiento y optar por una caldera de condensación de gas (que ahorra hasta un 30 por ciento respecto a una convencional).
Gasolina. Una mala planificación de los desplazamientos se traduce en un mayor gasto de gasolina. Para los desplazamientos cotidianos lo mejor es estudiar y sistematizar las rutas. Hay aplicaciones móviles para hacerlo. También contribuye una conducción sostenible o eficiente, que permite ahorros cercanos al 20 por ciento en combustible y mantenimiento. El coche y su mantenimiento supone uno de los mayores gastos familiares. Entre ITV, mantenimiento, impuestos y gasolina ronda los 2.000 euros.
Seguros. Cambiar de seguro o pasar de un seguro a todo riesgo a una póliza a terceros son los gestos de ahorro más comunes. Pero se pueden arañar unos euros si se revisa el seguro del hogar y se evitan duplicidades con el de la comunidad de propietarios. La irrupción de las pólizas low cost -no hay que confundirlos con microseguros- está cambiando el mercado. Las empresas ofrecen productos a precios más ajustados, adaptados a todos los bolsillos. Hay pólizas desde 15 euros, y eso no significa peor cobertura.
Planificación de compras
Es la clave de una buena estrategia de ahorro: planificar las rebajas a un año vista, realizar cada compra en su época idónea -fuera de temporada, a mejor precio- y comparar precios antes de comprar. Un ejemplo: irse de vacaciones en septiembre; hay menos gente, mejores ofertas y precios más reducidos en todos los conceptos. Internet ha dado una nueva dimensión a la comparación de precios, gracias a los comparadores y portales especializados en ahorro. El 63 por ciento de los españoles prueban los productos en la tienda y los buscan más baratos en Internet, según un informe de TNS-Sofres.
Cesta de la compra. Alimentación y bebidas (no alcohólicas) es la segunda partida con más peso dentro del presupuesto familiar. El gasto medio por este concepto fue de 4.098 euros en 2013, según la Encuesta de Presupuestos Familiares del Instituto Nacional de Estadística, y representa un 15,1 por ciento del presupuesto. Pero las familias españolas tienen margen para ahorrar, una media de 929,54 euros de media al año en la cesta de la compra, según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), con la compra selectiva de productos y establecimiento. La opción de la marca blanca también supone un ahorro, que la Asociación de Consumidores de Navarra cifra en un 44 por ciento del gasto de la compra.
También planificar los menús y utilizar listas cerradas a la hora de ir a la compra. Ir sin niños para no sucumbir a los antojos. Cocinar varias raciones en el caso de las personas que viven solas y congelar, etc.
Regalos. Y para ahorrarse un buen pico de cara a los regalos de Navidad, aprovechar el Black Friday, que este año se celebra el 28 de noviembre. Las tiendas norteamericanas aplican grandes descuentos, el portal Dealnews recomienda cinco: Amazon, Newegg, Best Buy, Walmart y Tiger Directo.