Agua y medioambiente

Iberdrola avanza hacia la neutralidad de carbono

El calentamiento global es una de las materias medioambientales que generan una mayor preocupación en la comunidad internacional. De ahí que cada vez más organismos se estén volcando en implementar prácticas encaminadas a reducir este fenómeno. Precisamente, durante la reciente celebración de la vigesimotercera edición de la Cumbre del Clima, en la ciudad alemana de Bonn, se ha puesto de manifiesto este firme compromiso que asumen tanto instituciones públicas como organizaciones privadas.

La empresa energética española Iberdrola estuvo presente en la cumbre, manifestando de este modo su preocupación e interés por la lucha contra el calentamiento global, una tarea que, en palabras de su presidente, Ignacio Sánchez Galán, "debe involucrar a todos los sectores de la economía y a todos los países".

Iberdrola ha sido una de las más involucradas en esta cumbre, promoviendo la marcha ciclista Moving for Climate NOW, junto con la Red Española del Pacto Mundial de las Naciones Unidas; una iniciativa formada por un equipo ciclista de 40 personas que tenía como objetivo sensibilizar sobre la importancia del reto del clima, de unir esfuerzos desde distintos ámbitos y de actuar rápidamente y con ambición para frenar el cambio climático. Para difundir estos mensajes, los participantes recorrieron un total de 800 kilómetros, atravesando ciudades como Bruselas, Brujas o Urmond, hasta llegar a Bonn el pasado 5 de noviembre.

Por su parte, en el marco de la cumbre, Galán señaló -durante su intervención en el panel "La movilización de la inversión para apoyar la implementación de las contribuciones nacionales y aumentar la ambición"- que el futuro pasa por invertir en energías limpias y apostar por más redes inteligentes y por una mayor capacidad de almacenamiento por bombeo; áreas en las que Iberdrola ya invierte 6.000 millones de euros anuales.

Del mismo modo, es importante reducir la intensidad de las emisiones de dióxido de carbono y, en este sentido, la entidad mantiene su compromiso de reducirla en un 50% en el año 2030 respecto a niveles de 2007, así como de ser neutra en carbono en 2050. De esta manera, todas estas iniciativas permiten acelerar la descarbonización de la economía, la cual, según el presidente de la compañía, "puede ser una oportunidad única para crear valor para toda la sociedad".

No obstante, otra de las medidas que demuestra el compromiso medioambiental de Iberdrola, y que Galán subrayó durante su ponencia en la cumbre del clima, hace referencia al proceso de cierre de todas las centrales de carbón que tiene la compañía a nivel mundial; una fuente de energía que representa actualmente solo el 1,8% de su capacidad total.

La empresa acaba de solicitar ante el Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital la autorización de cierre de sus centrales térmicas, localizadas en Lada (Asturias) y Velilla (Palencia). Una decisión que permitirá al grupo alcanzar un elevado porcentaje de capacidad de producción de electricidad libre de emisiones, en concreto, un 68%. A este cierre, se suman los ejecutados en 2013 y 2016, respectivamente, de dos grandes centrales de carbón en Reino Unido: Cockenzie y Longannet.

Líder mundial en energía eólica

Si hablamos del compromiso medioambiental de Iberdrola, no se puede obviar su pionera apuesta por tecnologías más sostenibles. De hecho, lleva más de 100.000 millones de dólares -aproximadamente 85.000 millones de euros al cambio- invertidos en energía eólica e hidroeléctrica, así como en las redes necesarias para integrar estas energías renovables. Por consiguiente, ello la ha llevado no sólo a ser líder mundial por potencia eólica terrestre instalada, sino también a contribuir a la creación de un importante sector industrial eólico nacional, al que además ha ayudado en su internacionalización, haciéndole partícipe de sus proyectos en el extranjero.

No obstante, no solo sobresale el apoyo de Iberdrola a la eólica terrestre, sino también su apuesta por la eólica marina; prueba de ello es la creación de una dirección dentro del grupo enfocada a este ámbito y que está impulsando grandes proyectos en Europa, en concreto, en los países de Reino Unido, Francia y Alemania.

Entre estos proyectos eólicos, destaca sobre todo el de West of Duddon Sands (WoDS), que dispone de una potencia de 389 megavatios (MW) que le permite producir energía eléctrica suficiente como para cubrir la demanda de aproximadamente 300.000 hogares británicos. Situado a unos 20 kilómetros de Barrow-in-Furness, en la costa noroeste de Inglaterra, este parque ha obtenido desde su puesta en marcha muy buenos resultados, tanto de producción como de disponibilidad en horas.

Entre los proyectos que se pondrán en marcha en los próximos años figuran los de Wikinger, ubicado frente a la costa noreste de la isla alemana de Rügen, y el de Saint Brieuc, en la bahía de Saint-Brieuc, frente a la costa de la Bretaña francesa. El primero de ellos va a requerir una inversión en torno a los 1.400 millones de euros y tendrá una capacidad instalada de 350 MW de energía limpia, equivalente al consumo de unos 350.000 hogares alemanes.

Además, este parque -cuyas turbinas han sido fabricadas por Siemens Gamesa- está teniendo un gran efecto tractor en las distintas zonas en las que se está desarrollando, con unos 2.000 empleos destinados a la construcción en el puerto de Mukran y en las fábricas donde se han construido sus componentes, tanto en Alemania como en España.

Por su parte, el de Saint Brieuc va a ser el cuarto parque eólico marino de la empresa y se estima que su producción permita satisfacer el consumo de electricidad de 850.000 habitantes. Tendrá una potencia de 496 MW, contará con 62 turbinas de ocho MW de potencia y se ubicará 20 kilómetros mar adentro. Estos aerogeneradores, también elaborados por Siemens Gamesa, serán distribuidos sobre una superficie de 75 kilómetros cuadrados y el más próximo a tierra se instalará a 16 kilómetros de la costa.

Emisión de bonos híbridos verdes

Siguiendo su estrategia de lograr que buena parte de su pasivo tenga formato verde, Iberdrola cerró recientemente con éxito su primera emisión de bonos híbridos verdes en el Euromercado, por valor de 1.000 millones de euros. Los fondos obtenidos se utilizarán para refinanciar inversiones en distintos proyectos renovables de la compañía en Reino Unido. Se trata de la primera operación de estas características que realiza una empresa española, y la segunda que cierra una compañía en todo el mundo. Todo ello reafirma el logro alcanzado el año pasado, que sitúa a Iberdrola como el mayor emisor verde mundial a nivel de empresa.

A través de todas estas iniciativas y medidas, la energética se consolida como una de las compañías más respetuosas y protectoras con el medio ambiente.

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