Agua y medioambiente

El 75% del acero español se fabrica a partir de chatarra

  • El sector presume de ser el mejor ejemplo de la economía circular

Entre los materiales que se están empleando en las obras de ampliación del Puerto de Bilbao están los áridos siderúrgicos, un subproducto generado en los procesos de fabricación de acero, vulgarmente conocidos como escorias negras de acería, que tras su tratamiento pasan a ser una materia prima al alza por su gran resistencia al desgaste, su durabilidad y su sostenibilidad. Descárguese aquí la revista elEconomista Agua y medio ambiente.

Con esos mismos áridos se han asfaltado muchas carreteras en toda Cataluña, en concreto el tramo de la autovía A-2 en el término municipal de Abrera, en la provincia de Barcelona, que se estrenó en marzo de este año. Dos ejemplos reales del ciclo de recuperación de la chatarra, que explican la alta circularidad de la industria siderúrgica española y su visión de la oportunidad que supone tanto para el propio sector como para la sociedad en general.

"Lograr una verdadera economía circular requiere que los productos que utilicemos estén fabricados con materiales cien por cien reciclables y cuyo reciclaje sea rentable y sostenible", afirma Carola Hermoso Arnao, experto técnico y medioambiental de la Unión de Empresas Siderúrgicas (Unesid), que añade: "El acero es el paradigma de la circularidad; puede fundirse y reciclarse infinitas veces sin perder ninguna propiedad. Es un verdadero material permanente con infinitas vidas; la lavadora de hoy puede haber sido antes una bicicleta, una grúa, un coche o un barco".

Según datos de Unesid, en 2015 el 75% del acero fabricado en España se hizo a partir de chatarra y el 97% de los subproductos que genera la industria siderúrgica podrían reciclarse si se eliminaran las trabas administrativas existentes. "Si esto ocurriese -apuntan en Unesidtodos los subproductos siderúrgicos serían efectivamente reciclados".

El compromiso del sector español del acero con la economía circular y con el cuidado del medio ambiente le ha llevado, además, a figurar a la cabeza de esta industria, no sólo en Europa, sino en todo del mundo, en reutilización del agua consumida en sus procesos industriales. "Utilizamos mucha agua, fundamentalmente para refrigeración, pero recuperamos el 100%, se recircula o se depura", explica Carola Hermoso. En su opinión, además de que el propio sector del acero invierta en innovación para encontrar nuevas aplicaciones a los subproductos y materiales secundarios, es preciso que los sectores usuarios de esos materiales reciclados los demanden. "El primer paso lo tiene que dar la Administración, invitando a las empresas a utilizarlos. Sería tan fácil como que en los pliegos de contratación de obra pública se primara el empleo de materiales procedentes de reciclado".

El objetivo sería emular la política de la propia industria siderúrgica, cuyo uso eficiente de los recursos le lleva a aprovechar casi el 80% de los residuos y subproductos que genera en sus procesos. El sector, netamente exportador -las exportaciones suponen el 67% de sus entregas- está inquieto por la decisión del Reino Unido de abandonar la Unión Europea, pues el británico es un mercado importante para el sector siderúrgico español, que exporta a ese país más de 600.000 toneladas al año.

Amenaza china

Pero el reciente interés del sector nacional del acero, históricamente poco dado a la transparencia, porque se conozcan sus esfuerzos en materia medioambiental puede responder a la necesidad que tiene de apoyos ante la amenaza del acero procedente de China, que el pasado mes de abril produjo más cantidad de este metal que el resto del mundo junto y que está generando una auténtica guerra de precios que pone en jaque a la siderurgia comunitaria en pleno.

Hace meses que sus responsables reclaman a la Comisión Europea que renuncie a dar la consideración de economía de mercado a China y que tome medidas frente a las importaciones de acero del gigante asiático, que ha llegado a vender por debajo del precio de coste. Al otro lado del charco, Estados Unidos ya está aumentando los aranceles. Desde Unesid no se piden medidas proteccionistas, sino evitar la "competencia desleal" que ejerce China, que, por si fuera poco, tiene una legislación en materia medioambiental mucho más laxa que la europea.

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