Agro

La caída de las plantaciones de chopos preocupa a los fabricantes de tableros contrachapados

  • El sector genera 11.000 empleos, fundamentalmente en zonas rurales
  • La industria tendrá que importar de China la madera necesaria
Fábrica de tableros de contrachapado. Imagen de Istock

Irreversible. Así se considera la crisis que el chopo español comenzará a sufrir en 2020, año a partir del cual las choperas aptas para la corta en nuestro país sufrirán una drástica reducción. Esta especie forestal, una de las consideradas de más rápido crecimiento, tarda unos 15 años -variables en función del suelo, el clima y el método de cultivo-, en estar lista para su tala, y justamente en 2005 se inició en España una merma de nuevas plantaciones, ahondada en los años posteriores por la crisis económica. Más noticias en la revista gratuita elEconomista Agro

Resultado: según la Asociación Española de Fabricantes de Tablero Contrachapado (Aefcon), en 2023 el conjunto de las choperas de nuestro país podrán proporcionar, como mucho, unos 450.000 metros cúbicos de madera de chopo, una cantidad que no cubrirá "ni la mitad" de la materia prima que la industria necesitó en 2016 -975.000 metros cúbicos-. Y es que, quien no siembra...

Empleo rural

El sector, que además de cumplir una importante función de preservación y conservación medioambiental tiene un gran impacto positivo en el empleo rural, se prepara, pues, para vivir su peor momento, unos años difíciles que, según el director de Aefcon, Ignacio García Hernández, serán consecuencia de la política errónea desarrollada por las confederaciones hidrográficas en los primeros años de la pasada década. Así, explica, estos organismos públicos que se tenían que dedicar "sólo" a la gestión y administración del agua de las cuencas peninsulares, vienen desde entonces poniendo "muchas trabas", interpretando cada una a su antojo la Ley de Montes y "cobrando cánones abusivos" a la populicultura, lo que ha motivado "el desvío hacia cultivos sin tantas cargas económicas".

"Se lo hemos dicho a la cara, les hemos subrayado que se estaba haciendo mal, que no había que hacer una merma de las plantaciones tan brusca, pero no ha habido una respuesta positiva por su parte", lamenta el principal representante de este colectivo que integra a 32 empresas que han convertido a España en referente mundial en la fabricación de tableros contrachapados de chopo.

Sabedora de estar en un punto de no retorno, esta industria espera salvar lo mejor posible ese "gap" o brecha que según sus estimaciones vivirá su momento más crudo en 2023, aferrándose al bote salvavidas que hoy por hoy representan las importaciones -fundamentalmente de China por ser el principal productor mundial de madera de chopo-, no sin cierto temor, eso sí, al incremento de los costes de producción y al importante impacto que esta circunstancia puede tener en sus balances de cuentas.

11.000 empleos en zonas rurales

Más aún, los fabricantes españoles confían en el apoyo del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, así como de las administraciones autonómicas, para "arrimar el hombro" y allanar el camino a nuevas plantaciones de chopo, de forma y manera que no vuelva a repetirse a futuro una situación como a la que ahora se enfrentan y que se va a traducir en los próximos años en un violento frenazo al crecimiento de un sector puntero que mueve cada año un volumen de negocio de 54 millones de euros entre producción primaria e industrial y que, directa e indirectamente, supone, según Ignacio García Hernández, "aproximadamente unos 11.000 empleos" fundamentalmente en zonas rurales.

En este sentido, Aefcon tiene puestas muchas esperanzas en el Plan de Actuación Forestal que Isabel García Tejerina presentó el pasado año y ansía verlo pronto plasmado en medias concretas. Pero, además de con el Ejecutivo central, el colectivo que dirige Ignacio García Hernández también trabaja en pro del necesario impulso de la populicultura con las propias confederaciones hidrográficas y con gobiernos autonómicos.

En cuanto a estos últimos, quizá el más interesado en el impulso al cultivo del chopo sea el de Castilla y León, Comunidad que aglutina unas 49.000 hectáreas de choperas -en torno al 65% de la superficie total plantada en España-, y que, precisamente, será una de las grandes afectadas por la disminución de la producción en los próximos años. De hecho, según los datos del último inventario de la Sociedad Pública de Infraestructuras y Medio Ambiente de Castilla y León (Somacyl), la producción de la región se estimaba en 707.000 metros cúbicos de madera de chopo en 2017, para incrementarse hasta los 787.000 este año, y hasta los 830.000 en 2019, si bien a partir de 2020 esa producción sufrirá un brusco y paulatino declive hasta situarse en 2023 en apenas 285.000 metros cúbicos.

En su apuesta por el sector, la Junta de Castilla y León ya diseñó un Plan Estratégico del Chopo en 2005 asentado sobre un estudio en el que un grupo de expertos estimaba necesario incrementar las plantaciones hasta alcanzar las 100.000 hectáreas y cortas superiores al millón y medio de metros cúbicos en 2027. A una década de esa fecha, aún podría lograrse el primer objetivo a razón de 5.000 nuevas hectáreas cada año, pero el reto se presenta difícil, simplemente si se tiene en cuenta el dato del pasado año, en el que las nuevas plantaciones apenas llegaron a 1.000 hectáreas.

No obstante, el director general de Medio Natural del Ejecutivo castellano y leonés, José Ángel Arranz, asegura que esa cifra "siguen en el horizonte" y que la Consejería de Fomento y Medio Ambiente apuesta firmemente por alcanzarla. "Uno de nuestro principales planes de actuación ha sido realizar una fotografía de nuestras choperas más rentables para tratar de que las nuevas hectáreas que se incorporen estén bien planteadas, tengan asegurada esa rentabilidad y no sean marginales o poco productivas", afirma Arranz.

Precisamente, la Junta mostrará esa fotografía en el II Simposio Nacional del Chopo que, en el marco del Programa de Movilización de los Recursos Forestales de Castilla y León 2014-2020, Valladolid acogerá el próximo mes de octubre; una cita que reunirá a todos los agentes que intervienen en la puesta en valor de la populicultura, quienes, desde un punto de vista técnico y económico, expondrán las bondades de este cultivo y tratarán de mostrar, tanto a la empresa privada como a las administraciones públicas y a los particulares de terrenos susceptibles de convertirse en chopera, el nicho de mercado y la oportunidad de negocio por aprovechar que entraña este árbol. "Si conseguimos mostrarle al propietario agrario y forestal la certeza de que tienen ante sí un cultivo rentable, van a apostar de forma natural por él y creemos que puede haber muchos que den el paso", afirma el director general de Medio Natural sobre las expectativas depositadas por el Gobierno autonómico en este Simposio.

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