Agro

El pimiento de Padrón rompe con la estacionalidad transformado en mermelada

"Pimientos de Padrón, unos pican e outros non".Imagen de Dreamstime

El genuino e inimitable pimiento de Padrón, el que se cultiva en los municipios coruñeses de Padrón, Dodro y Rois y en los pontevedreses de Pontecesures y Valga, el valedor de la conocida sentencia gastronómica "unos pican y otros no", no quiere ser producto de temporada. De hecho, le ha dado un puntapié a la estacionalidad y, gracias a su transformación en mermelada, el rey de la huerta gallega ya puede estar en nuestra mesa todo el año. Más noticias en la revista gratuita elEconomista Agro

Con la cosecha de 2016 salieron al mercado los primeros botes en una versión dulce y otra -como no podía ser menos-, picante; ni más ni menos que 28.000 tarros de ambas mermeladas, en formatos de 40 y 170 gramos, se produjeron y, en buena medida, se distribuyeron en tiendas gourmet, abriéndose con ello el camino al éxito de este innovador producto lanzado por la Sociedad Agrícola de Transformación A Pementeira, con sede en Padrón (A Coruña).

300.000 kilos al año

La mermelada ha tenido "muy buen aceptación", ratifica Milagros González Refojo, presidenta de esta SAT que se conformó en 2006 con el objetivo de alcanzar mercados "a los que de forma individual era complicado acceder", bajo el paraguas de la Denominación de Origen Protegida Pimiento de Herbón, un marchamo de calidad del que hoy, precisamente, A Pementeira es pilar principal con una capacidad productiva de 300.000 kilos al año en las ocho hectáreas que sus 19 socios -18 mujeres y un hombre-, cultivan en invernaderos y al aire libre.

El lanzamiento de este subproducto coincidiendo con el décimo aniversario de la Sociedad Agrícola de Transformación llegó de la mano -más bien de la cabeza-, de las integrantes de su directiva, que, como asegura la presidenta, llevaban tiempo dándole vueltas a la forma de ampliar la vida y el protagonismo del pimiento de Padrón más allá de los meses de mayo a octubre, periodo en el que de forma exclusiva se comercializa el auténtico fruto que ampara la DOP.

De forma artesanal

La fórmula ha funcionado y este año saldrá del obrador que A Pementeira impulsó en sus instalaciones del polígono padronés de Picusa la segunda remesa de mermeladas para, por ejemplo, apunta Milagros González, acompañar "tostas con queso o anchoas" e incluso "rellenar magdalenas", en el caso de la variedad dulce, o para aderezar "carnes a la brasa", plato ideal al que añadir la mermelada picante.

No obstante, la conquista del consumidor de esta innovadora delicatessen culinaria que se elabora de forma artesanal a base de aceite de oliva, azúcar, sal y limón y, por supuesto, pimientos (60 por ciento) de temporada de la Denominación de Origen Protegida Pimiento de Herbón -por la parroquia padronesa en la que se ubica el Convento que introdujo este cultivo a finales del siglo XVI-, ha comenzado a gestarse no sólo en la presencia en ferias de A Pementeira y la venta a particulares canalizada a través de puntos gourmet y de la tienda en línea de la propia SAT.

También gana terreno a través de las sinergias. No en vano, la sociedad agrícola ha cruzado su camino con el de otra empresa coruñesa, Bico de Xeado -Beso de Helado- que, igualmente, se alió con la innovación para darle un valor añadido a la leche de su granja O Cancelo e impulsó una heladería artesana de productos elaborados con leche recién ordeñada y cien por cien natural.

Tras las primeras pruebas realizadas, el helado de pimiento de Padrón, con su inconfundible toque picante, se presume, sin duda, como una rompedora y, sobre todo, innovadora apuesta que promete dar que hablar y, seguro, llamar la atención de los consumidores, como también lo ha hecho la incorporación de modo experimental de la mermelada de pimientos de Padrón a las pizzas y hamburguesas de la cadena gallega Galipizza.

No se quedan aquí los pasos dados por A Pementeira para lograr que este producto estrella de la huerta gallega esté en boca todo el año, más allá de su época de consumo en fresco. También, el colectivo ha viajado con su creación a Londres y Zúrich y ha emprendido contactos con "algún chef" para que la mermelada de pimientos de Padrón se cuele de su mano en los fogones y adorne el nombre de alguna rica creación culinaria, consciente del espaldarazo que un "maridaje" de este tipo puede suponer para el producto.

Semilla propia

Unas y otras acciones comparten, en última instancia, el objetivo último de que el auténtico pimiento de Padrón ocupe el lugar que se merece y su calidad y origen puedan ser claramente diferenciados por el consumidor. Así lo subraya González Refojo, quien lamenta la "competencia desleal" y el flaco favor que otros pimientos que se comercializan durante todo el año en fresco bajo la catalogación de "tipo padrón, variedad padrón o directamente Padrón", le hacen a un producto, organolépticamente único, como el que ella y decenas de familias cultivan con mimo.

En este sentido, cabe destacar que en la preservación de las mejores semillas propias está una de las claves de distinción del pimiento genuino de Padrón respecto de esos otros y en esa selección ponen especial esmero los productores locales siguiendo pautas ancestrales. Solo de esa semilla propia cuidadosamente seleccionada puede nacer la mejor planta y, de ella, el mejor fruto.

Por lo pronto, los pementeiros padroneses acaban de culminar el traslado de las plantas de semillero a las zonas de cultivo para que comiencen a germinar los pimientos de Padrón que podremos comenzar a disfrutar en apenas 15 días. Un total de 18 mujeres y un hombre -por la simple razón de que "las que trabajamos el campo en la zona somos mayoritariamente mujeres" mientras que los hombres buscan el sustento principal de la economía doméstica en la industria-, conforman actualmente la Sociedad Agrícola de Transformación A Pementeira, que en el año 2008 vivió su despegue con la inauguración de una planta elaboradora en la que se invirtieron más de 240.000 euros.

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