Agro

"Las uvas sin pepita son el futuro"

Alfredo Miralles

La compañía alicantina comercializa 500.000 bolsitas con uvas de Vinalopó para las campanadas de Nochevieja.

Nos duran apenas 36 segundos, pero depositamos en ellas importantes deseos para todo un año. Inaugurar el calendario ingiriendo 12 uvas se ha hecho hueco en España y, sabedor de la creciente aceptación de esta tradición importada, Alfredo Miralles (43 años) decidió en 2000 apostar de lleno por reconvertir la empresa familiar Frutas La Ballena en Uvasdoce, una compañía que hoy presume de ser una de las productoras, exportadoras e importadoras de uvas para la celebración de las campanadas de Nochevieja más importantes de Europa.

De sus instalaciones en Monforte del Cid (Alicante), en pleno corazón de la DOP Uva de Mesa Embolsada del Vinalopó, saldrán en sólo unos días 500.000 envases con los 12 granitos de la variedad aledo que muchos españoles nos comeremos para dar la bienvenida a 2017.

En "16 formatos" llegarán a las mesas de hogares y restaurantes, como los de la cadena Paradores: con y sin pepita; en bolsa de fantasía; en envase con forma de campana; en copa; en envase solidario de un kilo; en cajita de oro comestible?, y, como gran novedad este año, en caja regalo Rituales, en la que las uvas vienen acompañadas de los elementos necesarios para pedir al nuevo año salud, amor, felicidad, amistad, trabajo o dinero. Reconoce el gerente de Uvasdoce que la línea enfocada a la Nochevieja no es la más importante en facturación para una compañía que produce "unos seis-siete millones de kilos" al año, pero sí "la más mimada" desde el área comercial. No en vano, Alfredo y sus hermanas, Dolores y Estrella, herederos de la empresa frutícola fundada por su padre en los años 70, consideran que esta línea es hoy por hoy su "bandera" y la que les permite, para suerte de toda la comarca, aumentar su plantilla de los cien empleos habituales a los 250 en esta época prenavideña.

Este pico puntual de trabajo extra en las líneas de envasado se acopla al habitual en una frutícola que exporta alrededor de la mitad de su producción y, por supuesto, a unas tareas en el campo -100 hectáreas de producción propia y otras tantas de agricultores vinculados-, que se suceden todo el año. "La uva es una fruta muy delicada" y requiere para poder cosechar de julio a diciembre podas, aclareo, eliminación de brazos, aplicación de fitosanitarios y embolsado, explica el capitán de esta empresa cuya gran apuesta de futuro es, para 2017 y los años venideros, la uva sin pepita. "Es el futuro" y por eso Uvasdoce experimenta y cultiva ya 16 variedades de este tipo que, si de verdad son de suerte, cumplirán con el objetivo de llegar en perfectas condiciones al 31 de diciembre.

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