
En el aspecto técnico, los cambios han sido sustanciales bajo tres principios: mejora de la productividad, reducción del coste operativo y aumento del tiempo útil -con reducción de las zonas de peligro de fuego y de los puntos de engrase-. Más noticias en la revista gratuita elEconomista Agro
Las Series T y W comparten buena parte de las innovaciones. En la primera, se incrementa el diámetro del separador tangencial rotativo de 600 a 660 milímetros de diámetro, alcanzándose por primera vez los 4 metros cuadrados de superficie de separación.
En ambas series, se ha renovado la caja de cribas con un diseño que permite un aumento del 41% en la superficie de cribas -la mayor del mercado- y la introducción del aluminio, más resistente y con 200 kilos de peso menos. Incorporan, además, un nuevo sistema de descarga con 125 l/sg reales. También se ha rediseñado el picador de paja con cambios en la envolvente y en las contracuchillas para conseguir la misma capacidad de picado con menor consumo de potencia -y combustible-. La Serie W incorpora además cambios en el sistema de separación con mayor longitud en los sacudidores e incremento del ángulo de los saltos.
Por su parte, la nueva Serie S cuenta con un nuevo rotor, que hace que sea aun más eficiente y mejora el tratamiento que da a la paja. Dispone de un alimentador de mies con inclinación hidráulica que aumenta la velocidad de recolección en cultivos tumbados hasta un 20%, ya que el conductor puede ajustar la distancia del sistema de corte al suelo y mejorar el flujo del cultivo. La caja de cribas DynaFlo Plus de aluminio aporta un 12% más de superficie de cribas, combinada con flujo de aire optimizado y el aislamiento activo del cóncavo gracias a la asistencia hidráulica y ofrece una mayor capacidad de paso en cultivos difíciles.
Nuevas tecnologías
Uno de los aspectos en los que John Deere no quiere perder el paso es en la incorporación de las nuevas tecnologías. La telemática acapara la atención de las inversiones que cada año la compañía norteamericana realiza en su maquinaria agrícola, cuantificadas en 6 millones de dólares diarios. El turno le ha llegado ahora a las cosechadoras.
La cosechadora telemática incluye acceso remoto a monitor (RDA) gracias a un soporte gratuito online de asistencia técnica del concesionario para averías a cualquier hora y cualquier día, ajuste interactivo de cosechadora (ICA) y el sistema de dirección automatizado AutoTrac.
El ajuste interactivo de la cosechadora permite al conductor optimizar la cosechadora a través de un asistente de configuración que le pregunta cuáles son sus objetivos, cómo obtener un rendimiento más alto con menores pérdidas, y le sugiere los pasos esenciales para optimizar la máquina. El operador puede aceptar o rechazar estas sugerencias recibiendo del sistema otras alternativas de optimización.
El acceso remoto a monitor (RDA) permite además al especialista del concesionario ver la pantalla de la cabina de la cosechadora en su propio ordenador o en un iPad, y colaborar en ese momento con el operador a optimizar la configuración de la máquina.
Transmisión de datos
La apuesta por las cosechadoras telemáticas ha hecho que John Deere dé un paso más en su servicio JD Link, que permite ahora transmitir datos no sólo de la máquina -consumo, calentamiento, etcétera-, sino información agronómica a través de la página web myjohndeere.com.
Así, permite obtener información sobre la ubicación de las máquinas -velocidad, rumbo-, la situación de las parcelas definida por colores -sembrado, fertilizado o cosechado- o información sobre las parcelas -superficie, tipo de cultivo o momento de siembra-. Todo esto, con datos históricos, permite conocer cómo han afectado las decisiones agronómicas en el rendimiento de la parcela y generar mapas de dosis variables en función de los rendimientos. Esta página web está abierta no sólo a la maquinaria John Deere, sino de cualquier otra marca, es de fácil manejo y permite al agricultor estar permanentemente conectado con sus operarios para planificar tareas con información georreferenciada. Todo ello ha pasado por la mejora de la antena GPS StarFire 6000, que mejora no sólo la precisión, sino que lo hace en la mitad de tiempo -de 30 a 15 minutos-.