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Los próximos 50 años de gestión forestal: fuente desaprovechada de riqueza y empleo

Coincidiendo con el Día Mundial del Medio Ambiente, el 5 de junio, hemos clausurado los actos de celebración del 50 aniversario del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural. Más noticias en la revista gratuita elEconomista Agro

Durante los dos últimos meses hemos recorrido cinco ciudades españolas para celebrar un congreso (Redforesta 2016) que pusiera de manifiesto la importancia de los trabajos que realiza la ingeniería forestal. Son trabajos fundamentales para la vida de las personas, para disponer de un entorno limpio y sano donde pueda desarrollarse la sociedad, o para hacer frente a algunos de los retos más importantes que tiene la Humanidad como es el cambio climático.

Ha sido un congreso que ha puesto su mirada en el futuro, conscientes de que es ahí donde la ingeniería forestal puede aportar su conocimiento, su experiencia y su compromiso con la calidad de vida de las personas.

100 años de profesión

Un futuro que no se olvida de su pasado, del enorme trabajo realizado por los Ayudantes de Montes e Ingenieros Técnicos Forestales en más de 100 años de profesión, fruto de una vocación que les ha llevado a algunos de nuestros compañeros a dar incluso su vida en defensa de los montes y de las personas. Nuestro agradecimiento más sincero.

Hemos cerrado Redforesta 2016 con la presencia de todas las Escuelas Universitarias que imparten las enseñanzas de ingeniería forestal en España, lo cual es la demostración de la apuesta del Colegio por el futuro de la profesión. Serán los nuevos titulados los que recojan el testigo de los forestales que tanto han hecho por el medio natural español. Con la misma vocación, pero con nuevas herramientas y conocimientos, serán estos nuevos profesionales los que trabajen en los próximos años en la gestión sostenible del medio natural, en el aprovechamiento de los recursos naturales renovables que nos ofrece el monte, en la mitigación y adaptación al cambio climático, en garantizar el ciclo biológico del agua dulce, en la conservación de la biodiversidad, en la producción de energía limpia no contaminante, en la investigación forestal o en el desarrollo de tecnología que permita realizar con éxito todas las labores anteriores.

De ahí la importancia de la formación de los nuevos profesionales, capaces de afrontar con garantía de éxito todos estos retos.

Para lograr una verdadera gestión forestal sostenible necesitamos de un medio forestal que produzca, que genere riqueza.

Apoyo político y económico

Para ello, ahora más que nunca, es imprescindible el apoyo político y económico de la Administración Pública, promoviendo la gestión forestal sostenible, creando las herramientas financieras y fiscales que permitan el desarrollo de un tejido productivo, desde los propietarios forestales privados hasta las empresas, y promocionando los productos del bosque frente a competidores externos contaminantes.

Los recortes en la inversión en gestión forestal en las Administraciones Públicas con competencias o responsabilidades en la materia han reducido la gestión forestal a los niveles de hace veinte años. Tan solo los planes de desarrollo rural aprobados recientemente por la Unión Europea parecen paliar ligeramente el desolador panorama general en inversión pública en gestión forestal de los últimos años.

Es imprescindible que los partidos políticos comprendan la vital importancia que tienen los montes para todos los procesos enumerados anteriormente, que sean conscientes de que son una fuente desaprovechada de riqueza, de creación de empleo y de desarrollo rural.

Promoción y comunicación

Es mucho el trabajo que hay que hacer de promoción y comunicación forestal para que la sociedad aprecie la gestión forestal sostenible y demande los productos naturales y renovables que nos ofrece el bosque frente a competidores más contaminantes y que no son renovables.

La madera es quizás el ejemplo más claro, pero no es el único. Los distintos usos que pueden hacerse de ella, desde la construcción hasta su utilización para producción de energía no contaminante, ofrecen unas enormes posibilidades de creación de empleo y de gestión forestal que nos permitirán, entre otras cosas, fijar más carbono, mitigar los efectos del cambio climático y luchar contra los incendios forestales con más garantía de éxito.

Sin embargo, en nuestro país tan solo se aprovecha el 35 por ciento de la madera que crece cada año, mientras que en los países más desarrollados de Europa ese aprovechamiento oscila entre el 70 y el 85 por ciento.

Pero además de los servicios de abastecimiento, los bosques nos ofrecen servicios ecosistémicos que son tan importantes o más, me refiero a los de regulación y culturales. Estos servicios, que tenemos el compromiso internacional de valorar, deberemos incluirlos antes o después en la contabilidad nacional. Será entonces cuando la sociedad se dé cuenta del enorme valor económico y el ahorro que le supone a los ciudadanos una gestión forestal sostenible, realizada por profesionales cualificados: en sistemas de depuración de aguas, en regulación climática y del aire, en control de la erosión, en la regulación de catástrofes naturales o en el control biológico, por poner sólo algunos ejemplos.

Los próximos 50 años de la ingeniería forestal y de la gestión forestal sostenible se escribirán con: experiencia, compromiso y vocación profesional, conocimiento científico, apuesta social y política por los bosques, inversión pública y privada, rentabilidad económica y un colegio profesional que aporte a la sociedad servicio público y garantía de profesionalidad.

Pilar Avizanda Cuesta, decana del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural

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