
Si alguien conoce el níspero, producto por excelencia de la Marina Baja alicantina a punto de culminar su recolección, ése es Esteban Soler. Ingeniero agrónomo de 55 años, natural de Villajoyosa, lleva alrededor de tres décadas vinculado a este fruto; a él le dedicó su doctorado, y a él le brinda ahora sus desvelos a través de la Cooperativa Agrícola de Callosa d´en Sarrià, una de las dos de la comarca que comercializan los nísperos con Denominación de Origen. Más noticias en la revista gratuita elEconomista Agro
Soler lleva casi una década dirigiendo lo que define como una "revolución varietal" que, tras "12.000 cruces" de la principal variedad de níspero callosino, el algerie, con otras chinas, ha culminado con la obtención de tres híbridos "muy interesantes económicamente para el agricultor" porque, además de conservar las cualidades organolépticas, aportarán "una precocidad en la recolección de unas tres semanas".
En este aspecto, subraya Soler, es donde radica "el éxito" del níspero, una fruta "que es la primera que avanza la llegada del buen tiempo".
En busca de la rentabilidad
El objetivo de esta investigación ha sido el de buscar "rentabilidad para nuestros productores" -1.500 produjeron 8.500 toneladas en 2015 según el Consejo Regulador-, dado que este cultivo es caro por la "mucha mano de obra que precisa". Y es que, el árbol del níspero requiere "que el agricultor esté encima prácticamente todo el año": tras una recolección manual entre abril y mayo, toca la poda, la trituración de la leña, el abonado y, tras el periodo más tranquilo que comprende el ecuador del verano, el proceso de aporte hídrico extra para una mejor floración, después de la cual se procede al aclareo de flores y al aclareo de frutos para la obtención de un producto de calibre y cualidades que le hagan merecedor del sello de la DOP.
Tanta es la dedicación que requiere el níspero, que su cultivo se ha convertido en toda una suerte de tarea colectiva para los habitantes de Callosa d'en Sarrià, Altea, Villajoyosa y zonas vecinas, que organizan incluso sus agendas en torno a él: "aquí las comuniones, por ejemplo, no se celebran hasta después del níspero e incluso si alguien se muere en esta época, se le entierra después del níspero", bromea Soler.