Agro

Casi la mitad de la semilla de cereal de invierno es ilegal

No hay una época del año en la que la semilla tenga tanto protagonismo. A las puertas de una nueva campaña de cereal, los agricultores toman sus últimas decisiones de cara a esta sementera. Hay que decidir los mejores cultivos para la rotación y hay muchos factores a tener en cuenta: variedades, precio de venta, tolerancia a enfermedades y sequía, disponibilidad de fitosanitarios autorizados para el cultivo y... ¿ semilla certificada? Más noticias en la revista gratuita elEconomista Agro

La respuesta parecería obvia, pero no lo es, España es líder europeo en utilización de semilla ilegal . Del millón de toneladas de semilla de cereal que utilizan aproximadamente nuestros agricultores anualmente, el 48%, unas 480.000 toneladas, son ilegales. Un 27% es reutilización legal de granos, una práctica permitida sólo el primer año, para la siembra en la propia explotación, y sólo 245.000 toneladas, el 25% , es certificada. Una tendencia que ni la última reforma de la PAC parece que va cambiar a pesar de la mayor exigencia de trazabilidad y la necesidad de garantizar identidad y origen. La utilización de semilla pirata en Europa no llega al 10%. Italia consume un 80% y Francia, entre certificada y de reempleo, el 95%. Inglaterra se mueve en unos porcentajes muy parecidos.

Semilla 'pirata'

Según los datos de la Asociación Nacional de Obtentores Vegetales (Anove), Extremadura con un 65%; Castilla y León, con un 55% y Castilla-La Mancha, con un 55%, son las comunidades que utilizan más semilla ilegal o pirata. En el otro extremo se sitúan País Vasco donde el 90% de la semilla que se utiliza es certificada, seguida de Navarra y Cataluña, donde sólo hay un 20% de semilla ilegal .

La razón, según el presidente de la Sección de Cereal de Anove, Emmanuel Peille, es que en esas comunidades se ha realizado un gran trabajo de divulgación y concienciación, "se ha hecho ver a los agricultores que invertir en semilla certificada es rentable". En otros lugares de España, "este tema no ha sido una prioridad, no se ha perseguido debidamente el fraude, aunque esto ya ha cambiado".

Para Peille, "si un país invierte en I+D, ese país crece". La mejora de variedades vegetales de cereales de invierno representa para la economía española un incremento de ingresos anuales de 275 millones de euros. El mercado español de semillas alcanza los 585 millones, lo que nos sitúa como el quinto de Europa, y el 13 a nivel mundial. Una potencialidad que no es del todo aprovechada. Mientras el volumen de los royalties por la producción de variedades protegidas de cereal en España ha supuesto una media anual en los últimos 10 años de 4,1 millones de euros, Francia ha conseguido 50,7 millones de euros, Alemania 35 e Inglaterra 26,1.

Por cultivos, la avena es la especie donde más semilla pirata hay -sólo el 8% de las semillas es certificada- seguida de la cebada de seis carreras -sólo el 10%-, y los guisantes y la cebada de dos carreras -sólo el 20-. En el lado opuesto está el trigo duro -el 70% que se siembra procede de semilla legal-, el triticale con un 35 y el trigo blando, con un 23%.

Multas y cárcel

La producción y comercio de semillas es una actividad regulada y sujeta a autorización y control administrativo. Su incumplimiento mediante uso de semilla no certificada puede suponer multas e incluso penas de cárcel para los infractores. Los agricultores pueden reemplear como semilla el grano que obtengan en su propia explotación, pero no pueden en ningún caso comercializarse ni intercambiarla con otros productores.

Otras consecuencias más del ámbito agronómico son una menor producción y que el cereal está expuesto y desprotegido ante muchas más enfermedades, como por ejemplo el carbón. Otro efecto negativo de la no utilización de semilla certificada y que va directamente al bolsillo de los agricultores es que, al no estar bien seleccionada, gastamos más . "Si con una semilla certificada podemos emplear para una explotación determinada 180 kilos de semilla , para la misma explotación necesitaremos entre 220 y 240 kilos de semilla ilegal ", explica Emmanuel Peille.

La utilización de semilla certificada supone una serie de ventajas importantes para los agricultores, como el uso de menores dosis de siembra debido a la garantía de germinación, el menor tiempo en la preparación de la semilla o el aumento del rendimiento, ya que asegura una buena implantación del cultivo y se reduce la aparición de malas hierbas. También, la semilla certificada es la única que tiene garantizada su calidad por medio de los controles oficiales que realizan las autoridades competentes, lo que permite asegurar su trazabilidad y pureza varietal.

La industria obtentora invierte alrededor del 15% de sus beneficios en investigación y desarrollo de nuevas variedades, un proceso largo y costoso. "Esta cifra es el doble de lo que destinan por ejemplo las farmacéuticas", remarca el presidente de la Sección de Cereal de Anove. Poner una nueva variedad de cereal en el mercado supone unos 10 años de investigación y un coste de entre 1 y 1,5 millones de euros.

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