Agro

Sustancias perdidas, ¿consecuencias irreparables?

Por CARLOS PALOMAR, director general de Aepla

Hace años la industria fitosanitaria europea dio la voz de alarma. La política de recortes de sustancias activas destinadas a sanidad vegetal emprendida por la UE ofrecía un panorama desalentador al sector agrario y amenazaba con limitar su potencial colocándole en clara desventaja frente a otros mercados extracomunitarios. Hoy los datos confirman nuestros pronósticos. Durante los últimos cuatro años, Europa ha perdido el 72 por ciento de las 970 sustancias activas existentes y aumentan las voces que manifiestan su preocupación por las negativas consecuencias que esta política está generando para la competitividad de nuestra agricultura.

Hace apenas unos días, las asociaciones de agricultores europeos representadas en Copa Cogeca, informaban de la pérdida de un 7,5 por ciento en la producción de cereal, que alcanzaba los 296 millones de toneladas frente a los 320, 5 millones del ejercicio anterior.

Estos resultados en la producción de este principal componente de la alimentación humana seguro se extenderán a otros cultivos, y en especial afectará a los tradicionalmente mediterráneos. Por sus especiales condiciones climáticas, nuestra agricultura se está viendo especialmente dañada por la supresión de materias activas necesarias para desarrollar insecticidas, esenciales para poder protegerla de las plagas y enfermedades que atacan sus cultivos. Así lo ha denunciado recientemente AVA Asaja. Los productos fitosanitarios son para la sanidad de plantas y cultivos, el equivalente a los medicamentos destinados a la salud humana. Privarles de herramientas seguras y eficaces que garantizan su viabilidad no tiene sentido. A nuestro entender, primar el criterio de peligrosidad sobre el de la adecuada gestión del riesgo, renunciando a los beneficios que la ciencia ha puesto a nuestro alcance para garantizar una mejor calidad de vida, resulta inconcebible e inexplicable.

¿Puede Europa permitirse perder competitividad en un sector como el agrario, que tan buen comportamiento ha tenido durante la crisis económica? En la respuesta no caben matices. El agro europeo demuestra cada día su valía, solidez y profesionalidad. Cuenta con los requisitos necesarios para apoyar y promover el desarrollo económico de la UE y al mismo tiempo dar respuesta al reto de garantizar la alimentación de una población en constante crecimiento. Nuestras autoridades deben impulsar con sus políticas la productividad y competitividad agrícolas de manera sostenible. La agricultura requiere desarrollar una legislación en materia de insumos que proteja la seguridad y diversidad de productos agroalimentarios al tiempo que promueva la productividad y eficiencia de los recursos. De ellos depende el futuro de nuestra agricultura, de ellos depende el futuro de Europa.

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