Valladolid
Luis Alberto Calvo Sáez (Valladolid), veterinario clínico, lleva más de 30 años dedicado a la medicina y cirugía animal, tres décadas de ejercicio profesional en las que ha trabajado con ganado ovino, porcino, vacuno, équidos y animales de compañía. Licenciado en Veterinaria por la Universidad de León y Doctor por la Complutense de Madrid es el nuevo presidente del Consejo General de Colegios Veterinarios de España.
¿Qué balance hace de sus primeros meses en el cargo?
Positivo, sin duda. Ha sido un periodo algo agitado, primero con la aparición de la crisis de la listeriosis en Andalucía y luego se vino a sumar el movimiento veterinario, muy lógico y entendible, que originó una manifestación justificada por la gran desproporción entre el número de ingresados y las necesidades de profesionales y la falta de reconocimiento. Creo que ambos casos se han gestionado bien, y se sigue trabajando en ese sentido.
¿Qué objetivos se ha marcado a corto y medio plazo?
Desarrollar las especialidades veterinarias, reivindicar el acceso de los veterinarios a las especialidades del Sistema Nacional de Salud y el reconocimiento de pleno derecho de nuestra profesión en el ámbito de la Sanidad y Bienestar Animal y la Salud Pública.
¿Cómo valora actualmente el tema de la seguridad alimentaria en España?
Está desarrollado y muy bien atendido por los veterinarios, y así les consta a las instituciones de nuestro país y fuera de España, si bien es cierto que es un campo de actuación de la profesión que no es muy conocido por la sociedad en general.
Los controles que se realizan por parte de las administraciones a los profesionales, ¿están justificados o, por el contrario, son excesivos?
Los profesionales que se ocupan de la Salud Pública, la Seguridad Alimentaria y la Sanidad y Bienestar animal, necesitan fundamentalmente confianza por parte de las administraciones, y por supuesto han de estar sometidos a controles, como cualquier profesional sanitario. No olvidemos que la Organización Colegial Veterinaria no solo tiene la encomienda de representar la profesión, sino de ordenarla y defenderla, y defender a los usuarios de los servicios de los profesionales.
"Los veterinarios estamos siendo claves en la concienciación sobre la mejora del bienestar animal, en el que se están produciendo grades avances"
¿Cuál es el estado actual de la tuberculosis y brucelosis en Castilla y León? ¿Cómo afecta en el modelo extensivo las elevadas densidades de suidos y de cérvidos existentes a día de hoy?
La brucelosis parece que está controlada, sin casos en los últimos tiempos, y la tuberculosis también tiene unos niveles cercanos al 1% o inferior en varias provincias de Castilla y León. Sin embargo, es imprescindible que se controlen estas zoonosis y se asegure la bioseguridad de las explotaciones ganaderas, fundamentalmente controlando el Medio Ambiente y el estado sanitario de la fauna silvestre, estableciendo censos fiables de esta fauna, con equipos multidisciplinares en los que los veterinarios son imprescindibles.
¿Considera justo que a un profesional ganadero se le obligue a sacrificar a toda la cabaña cuando sale un determinado número de ejemplares positivos en tuberculosis?
La OMS tiene una estrategia para acabar con la epidemia mundial de tuberculosis, reducir drásticamente los casos y las muertes, y eliminar la carga económica y social que supone la enfermedad. El fracaso en la consecución de estos objetivos tendrá graves consecuencias individuales y para la salud pública mundial. Para conseguir esto, hay que tomar medidas que en determinadas circunstancias pueden resultar injustas, pero que han de valorarse en profundidad y sobre todo poder ejecutarlas siempre sin que suponga un perjuicio económico a los ganaderos ni un riesgo para la Salud Pública.
¿Qué puede decir sobre el brote de Peste Porcina Africana que se ha dado recientemente? ¿La no importación de jabalíes para repoblación de zonas o cruce con los autóctonos será suficiente medida?
La Peste Porcina Africana es un ejemplo muy claro de una enfermedad que no es zoonótica, es decir, no se transmite a las personas, pero su impacto en la economía, especialmente en la española, puede ser enorme. Respecto a los jabalíes y fauna silvestre, actualmente lo necesario es controlar su población y su expansión para limitar su papel de vector del patógeno.
Desde su perspectiva de veterinario, ¿tiene futuro el mundo del toro y la Fiesta Nacional?
El toro de lidia tiene una innegable importancia histórica detrás y un gran bagaje cultural que no podemos ignorar. Creo que no se puede renunciar al mantenimiento de una especie de tanto valor genético y tan idiosincrásica de nuestro país, capaz de crear inquietudes culturales en otras muchas artes. Tampoco debemos renunciar al mantenimiento de un espacio tan beneficioso para la sanidad medioambiental y por lo tanto de las personas y de los animales como es la dehesa, tan íntimamente ligado al toro bravo y el ecosistema que alberga la cría de este singular animal.
¿En su opinión está suficientemente justificado que se vacune de rabia anualmente en vez de cada dos años debido al brote de esta enfermedad existente en otros países, como Marruecos y Francia?
Por supuesto, la rabia produce anualmente entre 60.000 y 70.000 muertes. Es nuestra obligación prevenir la infección de las personas y para ello hemos de inmunizar a los perros fundamentalmente, ya que casi el 100% de los casos de rabia humana son trasmitidos por los perros. Para prevenir esta zoonosis, hemos de asegurar una protección poblacional canina que alcance el 70%, eso solo se consigue vacunando anualmente, ya que de otro modo no se alcanza ese nivel de protección y siempre planeará el riesgo de esta gravísima enfermedad que tiene una mortalidad del 100% en los diagnosticados. No es bueno ni prudente que en comunidades como Cataluña, País Vasco, Asturias o Galicia no sea obligatoria la vacunación antirrábica, ya que es nuestra obligación combatir esta grave enfermedad que no entiende de fronteras políticas.
¿Cuál es la situación actual y cuáles son las perspectivas de futuro para la ganadería ecológica en España?
Es un tipo de ganadería muy aceptada por el consumidor actualmente, sin embargo, hay pocas facilidades para los ganaderos y muchos requisitos para su establecimiento. Yo creo firmemente en una ganadería que respete el medio ambiente, el bienestar animal y la salud de las personas, que se aleje de populismos y que sea algo serio, sostenible y rentable.
¿Qué postura tienen ustedes sobre los modelos de producción intensivos? ¿Se está cometiendo un error con la imagen que tiene la sociedad de las macrogranjas?
El sistema productivo intensivo tiene ventajas importantes para nuestra sociedad, como la creación de empleo, la fijación de población, la lucha contra la despoblación periférica y la producción competitiva en un mercado global. Y tiene inconvenientes propios de cualquier producción intensiva, que han de paliarse en lo posible siempre de acuerdo a la legislación y al respeto medioambiental y a los parámetros de bienestar animal.
¿La profesión de veterinario está valorada suficientemente?
La sociedad ve con afecto a la profesión, sin embargo, creo que esa visión está un poco sesgada e incluso distorsionada en líneas generales, ya que valora fundamentalmente el carácter asistencial hacia los animales, y principalmente los animales de compañía, que es un sector muy importante, por supuesto, pero desconoce una parte muy importante de la profesión, sobre todo la que se dedica al sector productivo primario y a la Salud Pública. La Cumbre del Cambio Climático ha situado a la ganadería y la agricultura como uno de los sectores más contaminantes.
¿Cree que se está ofreciendo una realidad distorsionada?
Culpar al sector agrario del Cambio Climático es fácil, pero incierto y sobre todo injusto. De hecho, es el único sector que contribuye a mitigar el Cambio Climático. Basta con remitirnos a los datos para darnos cuenta de ello y sobre todo si lo comparamos con el sector eléctrico, la industria o el transporte.
Muchos grupos ambientalistas cuestionan los niveles de bienestar animal. ¿Se corresponde con la realidad?
Evidentemente, siempre hay mucho que mejorar, pero en los últimos tiempos se están produciendo grandes avances. La industria agroalimentaria se está concienciando de que unos altos estándares de bienestar animal redundan en una elevada productividad. La aparición de exigentes certificaciones es una prueba de ello. En esa concienciación hemos sido clave los profesionales de la Veterinaria, porque hemos aceptado el reto de ser los líderes desde el rigor del conocimiento científico. La relación del bienestar con que los animales puedan expresar su comportamiento natural o la realización de las cinco libertades animales son aportaciones fundamentales que se realizan desde nuestra profesión. Desde la Organización Colegial hemos dado prioridad a este asunto constituyendo una Comisión para apoyar con herramientas científicas el protagonismo veterinario en este aspecto, que cada vez preocupa más a la sociedad. Y, por supuesto, íntimamente ligado, nos preocupa el tema del maltrato. Por ello estamos intentando perfilar protocolos para diagnosticar desde el ámbito clínico posibles casos de maltrato para advertir a la autoridad correspondiente.
