Empresas y finanzas

Las empresas de EEUU rebajan sus expectativas ante el negro panorama europeo

  • La debilidad del euro perjudica las exportaciones norteamericanas

Se ha acabado el batir las previsiones por un 80%. Algunas de las mayores empresas de EEUU están asumiendo agriamente la ralentización económica y, en consecuencia, rebajando sus previsiones de beneficios y preparándose para los tiempos difíciles que nos esperan.

La situación de la deuda en Europa, la subida del dólar (que perjudica a las exportaciones desde EEUU) y la retirada de los estímulos del Gobierno forman un cóctel que las compañías no pueden ignorar.

El mercado da por hecho que la crisis griega no va a contenerse y que va a extenderse a otros países. Y en ese caso, la gran pregunta es si va a afectar a la recuperación norteamericana. Es lo que el gigante de los bonos Pimco llama "la nueva normalidad", una ralentización económica que puede durar bastante.

Y estos miedos se han traducido en unas pobres previsiones de resultados. Lowe's fue la última, ayer mismo, echando la culpa a que espera que la recuperación no empiece a despegar hasta 2011. La semana pasada, ya ocurrió con Cisco, Priceline, JC Penney o Nordstrom.

Los inversores han asumido que la tendencia de los últimos tres trimestres, en los que los beneficios han superado las expectativas por cerca de un 80%, se ha acabado. Y la principal causa que señalan los analistas es el desplome del euro frente al dólar, que ayer llegó a perder las 1,23 unidades. Y es que la debilidad del dólar tuvo la culpa en buena medida del crecimiento de los beneficios el año pasado, algo que ahora se ha acabado.

A pesar de todo, hay muchos signos de recuperación de la economía, a pesar del borrón que puso ayer el índice Empire State. Eso hace pensar a muchos que la recuperación es más sólida de lo que mucha gente piensa y que el escenario no es tan negativo como parece.

Aunque la idea de una nueva normalidad se ha convertido en el estándar, hay quien la matiza. Ethan Harris, de Bank of America-Merrill Lynch, señala que "en primer lugar, la nueva normalidad no es realmente nueva, sino más bien una vuelta a la vieja normalidad entre 1973 y 1996. Y en segundo lugar, es un concepto de largo plazo, y entre ahora y entonces esperamos un período de recuperación cíclica".

Por el contrario, Standard & Poor's predice que la subida de la bolsa se ha quedado sin impulso y que los inversores se volverán más defensivos. Pero más allá cree que el escenario es muy incierto: "La gente tiene muy fresco el recuerdo de 2008. Entonces esperamos a ver cómo se desarrollaban las cosas y no fue lo más inteligente. Ahora la gente primero vende y después pregunta", afirma Sam Stovall, estratega jefe de S&P.

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