Se pueden encontrar medicamentos e ingredientes farmacéuticos chinos en botiquines de lugares como Nueva York y Chicago. El año pasado, las exportaciones a nivel mundial de estos productos y suplementos de salud chinos crecieron un 3% alcanzando los 56,000 millones de dólares.
Sin embargo, al tiempo que la industria farmacéutica en China ha crecido a escala mundial, también lo han hecho los dudas sobre la seguridad de sus productos.
Considere lo siguiente: el año pasado, los reguladores del país asiático dijeron a cerca de 700 empresas chinas que revisaran sus solicitudes pendientes para la venta de nuevos medicamentos y voluntariamente retiraran aquellas que contuvieran información falsa o incompleta. Después de unos cuantos meses, cerca del 75% de las solicitudes había sido retiradas por sus propios fabricantes o rechazadas por las autoridades chinas.
Entre estas estaban algunos medicamentos que habían sido aprobados pos la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) para su venta en Estados Unidos. Algunas de las farmacéuticas aseguran que sus solicitudes fueron consideradas incorrectas en China debido a información incorrecta proporcionada por firmas de investigación locales, mientras que las solicitudes en Estados Unidos normalmente incluyen pruebas realizadas por centros de investigación estadounidenses, lo cual indica que esos medicamentos son seguros. Las exportaciones de productos farmacéuticos chinos subieron un 4% el año pasado.
El gran número de solicitudes retiradas en China muestra por un lado el progreso del país y por otro, la escala de su tarea de limpieza de una industria farmacéutica en expansión, la cual por años ha estado plagada de casos de medicamentos genéricos de calidad inferior.
En casa, el gobierno está buscando elevar los estándares de los medicamentos fabricados localmente para reducir el uso de costosos medicamentos importados. Al mismo tiempo, los conglomerados chinos, con mucho dinero en los bolsillos, están compitiendo por elevar la calidad a estándares internacionales para poder así obtener una mayor tajada del mercado farmacéutico estadounidense.
"Las medicinas que fueron aprobadas anteriormente continúan en uso, pero quizá no haya datos precisos que comprueben que su eficacia alcanzó niveles internacionales", dijo en una conferencia de prensa el año pasado, Wu Zhen, vice ministro de la Administración de Alimentos y Medicamentos de China, refiriéndose a las medicinas fabricadas y vendidas localmente. La FDA China no quiso hacer comentarios al respecto.
Actualmente China tiene casi 5,000 fábricas de medicinas que suministran al mercado local y más de 500 instalaciones registradas para vender a Estados Unidos. Pero sus compañías tienen problemas para ganar la confianza de pacientes, médicos y autoridades reguladoras, tanto en el extranjero como en el país.
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