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Usar palabras con impacto, clave para tener éxito en una entrevista de trabajo

  • Un discurso breve, claro y conciso permite convencer al reclutador

El término anglosajón elevator pitch significa, de forma literal, discurso en ascensor. Este concepto, se utiliza en multitud de ocasiones dentro del mundo laboral, ya sea para vender un proyecto empresarial, una iniciativa o bien, para conseguir un puesto de trabajo dentro de una empresa, independientemente de su tamaño. Más noticias en la revista gratuita elEconomista Gestión y Desarrollo Exterior

Este anglicismo, que comenzó a usarse en el ecosistema startup para referirse a los segundos que un emprendedor tiene para convencer a un inversor de que apueste por su proyecto, se ha trasladado al mundo de las ferias de empleo.

En estas citas, los candidatos tienen unos minutos para convencer a los profesionales de recursos humanos de que son el mejor aspirante para el cargo. En este tiempo -que, aunque puede variar, está en torno a los dos minutos- el candidato debe venderse y copar el interés de la persona responsable de su contratación.

Discurso estructurado

Para ello, es fundamental que su discurso esté bien estructurado, teniendo en cuenta la limitación de tiempo. Según explica Antonio Peñalver, socio director y coach ejecutivo de People First Consulting, "una buena preparación representa un alto porcentaje del éxito del elevator pitch", para lo que "es importante destacar los conocimientos clave, las experiencias y las habilidades, con los resultados de éxito obtenidos, así como los intereses que le mueven a participar en el proceso de selección".

Hacer un análisis interno para conocerse a uno mismo -tanto desde un punto de vista profesional como personal- es el primer paso que destaca Desamparados Lluch, vicedecana de Relaciones Internacionales, Comunicación y Profesorado de la Universidad San Pablo Ceu. Para Lluch, el segundo sería detectar las características que distingan al candidato del resto de competidores. "Muchas veces, aspectos que podemos considerar irrelevantes o ligados con nuestra esfera personal, constituyen el elemento diferenciador que aporta valor a la empresa". Por último, resalta la necesidad de conocer las características de la empresa y la posición a la que se opta: "Esto permitirá al candidato saber qué aptitudes son las más adecuadas para el puesto y así poder destacarlo en la entrevista". Pero, sobre todo, ensayar y prepararse el discurso, pues "sólo se dispondrá de unos pocos minutos en los que hay que captar la atención e interés del entrevistador, y no caben los titubeos ni la improvisación", cuenta Lluch.

La claridad, brevedad y foco en el mensaje a la hora de transmitir son las claves para hacer un buen discurso, según Ana Molina, directora de Marketing y Nuevo Negocio de People Excellence. "Destacar lo que puedes aportar y en qué eres diferente y el motivo por el que eres la persona que están buscando" es, según Molina, lo más importante a la hora de hacer un buen elevator pitch. Sintetizar y ser claro en el discurso requiere preparación: "En el discurso, se deben introducir palabras clave y con impacto, y usar un lenguaje directo y persuasivo, pero sin resultar agresivo, sino más bien tranquilo y desde la seguridad. El objetivo es generar interés y curiosidad, para que el interlocutor quiera saber más de ti y te ofrezca una entrevista de trabajo", aconseja Molina.

Cuidar la comunicación no verbal

Otro de los aspectos que tiene en cuenta el receptor es el lenguaje no verbal. Tal y como expone Peñalver, es importante mostrar tranquilidad y saber transmitir a la vez que se escucha e interactúa, demostrando energía y vitalidad. Además, es necesario ser natural a la hora de exponer el discurso, no ser persistente y evitar caer en la monotonía. La actitud, según el socio director de People First Consulting, ha de ser positiva y debe reflejar humildad e interés por seguir aprendiendo.

Por otro lado, Lluch destaca la importancia de "ser fiel a uno mismo, evitando aparentar lo que no se es, ya que la impostura se detecta fácilmente". Para Molina, los tres requisitos indispensables en la actitud del candidato son la pasión, ilusión y autenticidad, "siendo tú mismo en tu mejor versión".

Por último, también existen algunas palabras, frases o expresiones que es conveniente evitar en un elevator pitch. En este grupo se encuentran las cuestiones sobre condiciones de trabajo: "Se debe evitar preguntar abiertamente por el sueldo, las vacaciones o la duración de la jornada laboral", comenta Lluch.

A esto hay que sumar las debilidades del candidato, que también deben dejarse para otro momento. Como bien concluye Molina, "en tan poco tiempo, un candidato no se puede permitir hablar de problemas, barreras o dificultades, sólo de aportaciones y soluciones desde la positividad". En definitiva, es la mejor oportunidad para conseguir un puesto de trabajo.

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