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La crisis mostró que a la empresa le falta formación financiera

  • "La cultura financiera debe estar presente en toda la educación"
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Las finanzas se mueven en un ambiente cada vez más complejo e innovador. De este modo, en el terreno de juego han entrado nuevos agentes, leyes o productos. "Cada vez hay más fuentes alternativas de crédito: fondos de direct lending, el Marf, el MAB, crowdfunding..., las cuales permiten a las compañías diversificarse entre distintos proveedores", asegura Gonzalo Montes, socio de asesoramiento de deuda en KPMG España. Más noticias en la revista gratuita elEconomista Gestión y Desarrollo Exterior

Esta tendencia ha obligado tanto a los veteranos como a los nuevos empresarios a aumentar sus esfuerzos por entender el panorama económico que se presenta ante sus ojos. Sin embargo, este ahínco parece no ser suficiente en un país donde este tipo de formación no termina de despegar desde la base -según el Programa Internacional de Evaluación de Alumnos 2012 (Pisa), de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), uno de cada seis estudiantes españoles, es decir, un 16,5%, apenas alcanza el nivel básico en competencia financiera-.

Un déficit que no se da, por ejemplo, en los países anglosajones, mucho más avanzados en este ámbito. Así lo defiende Manuel Romera, director del sector financiero de IE Business School, quien añade que "aunque las finanzas son la ingienería de la economía, existe un ámbito técnico que la mayoría de gestores y de emprendedores no conoce, porque es más complicado y hay que dedicarle más tiempo" . Además, desde Efpa España -la Asociación Europea de Asesores Financieros-, denuncian que deben ser los propios profesionales quienes incentiven al cliente para que tenga el hábito de preocuparse por su dinero y conocer los detalles de los productos que contrata.

Iniciativas públicas y privadas

Para mejorar la situación, en 2008, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y el Banco de España pusieron en marcha un Plan de educación financiera, que se renovó en 2013 y cuyas actividades se prolongarán hasta 2017. Así, ambas entidades pretenden dotar a la población de las herramientas, habilidades y conocimientos necesarios para adoptar decisiones apropiadas, una idea a la que también se han sumado desde el ámbito privado. "Un ejemplo de este avance es que el año pasado se estableció el 5 de octubre como el Día de la educación financiera", explica Andrea Carreras-Candi, directora de Efpa España. Una festividad que se volverá a celebrar el primer lunes de octubre de cada año.

De esta forma, se busca fomentar la formación en este ámbito, ya que "la cultura financiera debe estar presente en toda la educación", defiende Mercedes Sanz, directora del área de seguros y previsión social de la Fundación Mapfre, institución desde la que desarrollan actividades para lograr mejoras en este campo. Este año, se han centrado en la enseñanza sobre seguros ya que, según un estudio de la organización, en nuestro país existe un nivel medio-bajo en este campo. Por su parte, desde Efpa España han fomentado un proyecto de educación por el que se imparten talleres en empresas, asociaciones y colegios profesionales. Otra de las estrategias es la adoptada por Iberinform, filial del grupo Crédito y Caución, que ha puesto a disposición de sus clientes la herramienta Insight View, la cual integra de forma detallada información económica y comercial actualizada sobre las compañías.

Formación del personal

No obstante, para acabar con este tipo de analfabetismo es necesario también "potenciar la formación del personal que trabaja en las entidades financieras, a través de organismos reguladores que exigían su cualificación profesional" defiende Carreas-Candi. A ello se une la necesidad de prestar una mayor atención por parte del mercado, un error que quedó patente, por ejemplo, en el caso de Abengoa, el cual "evidenció una falta de control sobre la cultura financiera de la empresa", tal y como explica Romera.

Por su parte, la crisis económica dejó en evidencia la ausencia de comprensión de muchas empresas sobre su gestión financiera, siendo el impago uno de sus principales problemas tras el frenazo del crédito bancario. Esta situación derivó en un adelgazamiento de compañías y en una subida del paro, tal y como apuntan desde Crédito y Caución. Pero además de esto, la crisis también "ha puesto de manifiesto que mucha gente contrató productos que no entendía bien o que no estaban claros", critica Sanz. Una tendencia que puede deberse a que "el empresario se preocupa más por otros aspectos, como el de la rentabilidad, y no dedica los recursos ni el tiempo necesario a otros riesgos", añade. Por su parte, Romera insiste en que uno de los mayores inconvenientes que siguen encontrando los emprendedores es "presentar un buen plan financiero: confunden términos como los de viabilidad y rentabilidad".

Así, la educación se presenta como una herramienta vital para acabar con este tipo de problema, del que cada vez somos más conscientes.

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