
Lograr un ascenso, convertirse en un mando intermedio, es positivo. Supone un reconocimiento al trabajo realizado y supone una oportunidad para seguir demotrando el valor de uno mismo. Entre las funciones del nuevo puesto destaca la de tratar de sacar el máximo partido de los miembros del equipo.
Sin embargo, no es una tarea fácil: al mismo tiempo, hay que sortear los obstáculos que surgen por el hecho de ser nexo entre los directivos, que están por encima en el organigrama; y los trabajadores, que están por debajo.
Aunque puede parecer complicado cumplir con ambas partes, el coach Javier González, experto en RRHH, ofrece una serie de consejos para tratar de sobrevivir en medio del conflicto.
1. Lograr un equipo emocionalmente inteligente
El puesto permite tener una relación directa con los miembros del equipo, lo que permite crear un grupo en el que primen la participación y la colaboración entre ellos y contigo, además de poder fomentar un clima en el que la toma de decisiones sea más creativa. Todo esto será beneficioso para el entorno y aumentará la productividad.
2. Comunicación
Hay que convertir la comunicación en una aliada. Comunicar de forma eficaz es una tarea más compleja de lo que parece, pero es importante para evitar malentendidos entre superiores y subordinados. Escucha activa o empatía son algunas de las herramientas a emplear.
3. Opiniones asertivas
Hay que aprender a ser más asertivo a la hora de expresar opiniones y decisiones, tanto con los subordinados como con los directivos que están en un escalafón superior sin temor a desagradarles. El poder expresar la visión y el criterio de forma directa, clara y constructiva es otra vía para afianzar y legitimar el cargo.