Todos los años por estas fechas, mucha gente comienza a generar una lista de buenos propósitos para llevar a cabo en el año entrante. Con la mejor de las intenciones y llenos de buena voluntad, al final del año se recupera esa lista, con los objetivos que no se han podido concluir.
La falta de tiempo, los compromisos, o simplemente no haber encontraro el momento para reunir las ganas y dar el primer paso para llevar a cabo los propósitos son algunas de las causas más frecuentes para no lograr los objetivos marcados.
Para lograr que una lista de propósitos de año nuevo sea efectiva, el coach Javier González, experto en RRHH, ofrece una serie de consejos.
1. Menos es más
Es más realista y factible realizar una lista que contenga pocos objetivos pero realizables en el tiempo a completar una enumeración con una decena de ellos y que, a la larga, se conviertan en una pesada larga en lugar de una motivación.
2. Planificación y cuantificación
Para que un propósito se convierta en objetivo debe concretarse, acotándolo en el tiempo (con una fecha de inicio o con un plazo establecido) y buscando fórmulas que ayuden a lograrlo, como un horario que permita cumplirlo.
3. Conocer la finalidad
Si se interioriza el para qué del propósito y este supone un gran beneficio, se alcanzará el compromiso para llevar a término el propósito, obteniendo una fuerte fuente de motivación a la que recurrir cuando haya tentaciones de desistir.
