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La estrategia de los inversores para arriesgar su dinero en una start-up

  • Hay que tener en cuenta que ocho de cada diez proyectos fracasan
Imagen de Istock

Desde hace algunos años, invertir en startups y apoyar el emprendimiento se ha convertido en una tendencia empresarial. De hecho, hoy en día muchos de estos proyectos se han consagrado como empresas de gran reconocimiento. Pero, ¿qué hay detrás de cada inversión? ¿Quién y cómo apoya estos proyectos?

El camino para conseguir que una empresa alcance el éxito es complicado y comienza con la búsqueda de un apoyo económico, generalmente, a través de una ronda inicial de financiación, donde inversores particulares y empresas acuden a conocer proyectos. Es el momento en el que los emprendedores tienen que vender su idea en apenas cinco minutos.

"Además, dan una valoración de lo que podría costar su proyecto y se negocia la entrada de inversores a través la ronda de financiación", explica Valentín Fernández, director global de desarrollo corporativo de Telefónica Open Future, quien añade que tras esto hay más reuniones. De hecho, para firmar un acuerdo de financiación se necesitan como mínimo dos meses de negociación.

Rentabilidad del negocio

Las razones para invertir pueden ser diversas. En el caso de un inversor particular, el principal motivo es el retorno económico, pero para las grandes corporaciones, existe una motivación más estratégica. Telefónica, a través de diferentes vehículos de inversión -Wayra, Amerigo y otros fondos- busca tener acceso a ideas más revolucionarias. "Para Telefónica es una manera complementaria de tener innovación aplicada a nuestro productos, pero también de alcanzar posteriores acuerdos comerciales con estas startups", indica Fernández.

Tal es el éxito de muchas de estas ideas, la mayor parte de ellas relacionadas con el mundo tecnológico, que hasta los bancos han decido entrar a financiar estas ideas. En el caso de Bankinter, se hace a través del Programa de Emprendedores de su Fundación.

Desde 2013, de los 1.200 proyectos que han analizado, ya han entrado en 17. "Tenemos una inversión inicial limitada de entre 50.000 y 200.000 euros a la hora de entrar en una startup y solemos hacernos con un 5 ó 10%", explica Pablo Lancry, responsable de emprendedores de la Fundación Bankinter.

Calcular la rentabilidad final

No obstante, es difícil calcular la rentabilidad final. Las empresas invierten en muchos proyectos. Así, Telefónica apoya a más de 600 startups en diferentes fases de madurez, algunas de ellas han llegado a valer más de 100 millones de euros y otras forman parte de los casos de éxito del panorama español, como Jobandtalent. Sin embargo, ocho de cada 10 proyectos fracasan. "Las rondas de financiación son operaciones de capital riesgo. Cuanto más embrionario es el proyecto, mayor es el riesgo", reconoce Fernández, quien puntualiza que "las que van bien compensan las pérdidas de las que se quedan en el camino".

A la primera ronda de financiación se sumarán otras, a medida que la empresa vaya creciendo, incluso en el extranjero. Así, el inversor tiene la opción de seguir depositando dinero o vender su parte, momento en el que conoce la rentabilidad de una operación que dura varios años desde su inversión inicial.

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