
Un líder es una persona capaz de sobresalir entre el resto, pero logrando que los demás se sientan bien cuando están a su alrededor. Un buen líder tiene carisma y sabe destacar.
Hay una forma muy rápida de tirar todas esas virtudes por la borda: invadir el espacio personal del interlocutor, según Juanma Romero, experto en comunicación. "Es muy incómodo sentir como te invaden, es como si te atacasen", explica.
La medida a la que se sitúa el espacio personal varía según las diferentes culturas y situaciones, aunque siempre es recomendable aplicar la vara del sentido común. En un ascensor o en un autobús lleno de gente el espacio personal no es igual que en una reunión o en un evento networking.
Detectar si se molesta
Hay gente que puede invadir el espacio personal de otra persona inconscientemente. Para evitarlo, hay que aprender a detectar cuándo se está molestando. Si la persona con la que se conversa se separa ligeramente es porque necesita más espacio: hay que ser respetuoso y no volver a acercarse, advierte Romero. Si se insiste y se le agobia, se puede crear una situación incómoda y que el interlocutor acabe huyendo.
Otro tema distinto es cuando la invasión del espacio personal se hace intencionadamente. Puede pasar, por ejemplo, con un jefe, tratando de intimidar al empleado. En esas situaciones hay que reaccionar con calma, y pedir con educación que se aparte. Si se reacciona igual de mal que el superior, y se entra en una fase de enfado, el objetivo puede estar perdido.