
Leticia de la Herrán se había dedicado siempre al mundo de las ventas hasta que, en el año 2000, Antal le ofreció la oportunidad de trabajar en una empresa internacional, en una recién estrenada oficina. Desde entonces, ha ido promocionando en la compañía hasta llegar a ser directora de Antal en España y directora de operaciones y ventas para Europa y Latinoámerica. Más noticias en el suplemento gratuito elEconomista Gestión Empresarial
Así, de la Herrán ha logrado liderar un equipo que ha crecido un 30% en los últimos tres años y que cerró 2014 con 12 millones de facturación.
¿En qué consiste la labor que desempeñan en Antal International?
Nosotros somos una consultoría estratégica de selección de personal, proporcionamos personal cualificado a empresas, basándonos en una especialización muy alta en determinados perfiles. Por ejemplo tecnológicos, de informática, farmacéutica, ingenierías... Además, la demanda es distinta en los diferentes países, por lo que no todas nuestras oficinas tienen la misma organización, aunque sí el mensaje y el objetivo.
Entonces, ¿su especialización es dinámica?
Sí. Es posible que la especialización que tenemos ahora dentro de un año no esté, porque el mercado quizá cambie. Por ejemplo, hace cinco años teníamos un equipo que trabajaba en el sector de la construcción, que ya no existe. En muchas ocasiones, nuestra plantilla tiene capacidad de reubicarse, por lo que pueden desplazarse a otro sector similar, como el de la construcción civil o industrial, para este caso.
¿Cómo se organiza la compañía?
Aunque Antal tiene mucha presencia internacional, realmente no somos tan grandes en tamaño. A partir de ahí, hay dos puntos importantes: el primero que somos propiedad de una única persona, lo cual ayuda mucho a que fluya la comunicación dentro de una empresa. Y, por otro lado, la mayoría de los gerentes llevamos más de diez años en la compañía, por lo que nos conocemos todos. Todo esto hace que coincidamos mucho en eventos, hablemos cada semana a días y horas concretos por departamentos y que se fomente la comunicación interna. Además, así se favorece la cooperación entre sedes de distintos países a la hora de buscar perfiles a nivel internacional.
¿De qué manera buscan estos perfiles tan especializados?
Es necesario tener una muy buena base de contactos y conocer bien el mercado. Eso hace que tengamos mucho conocimiento sobre empresas, para poder llamarles y pedirles referencias sobre alguien en un momento dado. Además, si la persona que nos interesa está trabajando ya, la convencemos para que cambie de compañía. Esto es bastante complicado, casi un arte. Al final, nuestro trabajo es una venta: vendemos al cliente la capacidad de encontrar a la persona que necesita y al candidato le ofrecemos a nuestro cliente.
¿Y qué piden los candidatos para cambiar de empleo?
Lo que se ha probado es que la gente no cambia de empleo sólo por dinero, sino también por tener mayor calidad de vida, ver más a su familia, conseguir proyección profesional o porque simplemente les apetece. Uno de los principales requerimientos es el de que la nueva empresa se haga cargo de una determinada formación a la que, sin ella, no tendrían acceso, lo cual repercute positivamente también a la empresa.
¿Qué beneficio tiene esta internacionalización para Antal?
Estamos muy bien posicionados entre los profesionales que quieren marcharse al exterior. Contactan con nosotros muchos candidatos que quieren salir de España o hacer proyectos internacionales, de todos los sectores. La mayoría de consultorías, aunque grandes, no tienen la proyección internacional que tiene Antal.
En este sentido, ¿qué peso tiene Antal en el panorama global?
Depende, no somos muy grandes, pero hacemos mucho ruido. En áreas más generalistas, como pueden ser las finanzas, existen muchas empresas compitiendo. Sin embargo, en lo que nosotros hacemos, al estar muy especializados, no hay tantas compañías que se dediquen a lo mismo. Por tanto, nuestra posición depende del país. Somos número uno en países del este de Europa -Rusia, República Checa, Hungría y Polonia-, en Italia ocupamos el puesto diez, en España estamos entre el 15 y el 20... También depende de las áreas en que se mire, porque las unidades de trabajo son distintas y además están enfocadas a mercados de trabajo totalmente diferentes.
Ya se oye hablar de recuperación, al menos en las empresas. ¿Se nota esto en Antal?
Hay una mejora económica real, en el sentido de que las empresas están invirtiendo más porque tienen mas presupuesto y requieren más personal cualificado. Sin embargo, creo que eso a nivel de la población, la microeconomía, no se nota tanto.
¿Qué comportamiento detectan en estas contrataciones?
Pues es curioso ver como, mientras el nivel de contratación ha subido cuatro puntos, el de despidos es paralelo. Esto quiere decir que las empresas están apostando por contratar, pero están tomando decisiones. No pueden permitirse el lujo de tener a alguien que no aporte, lo que hace es que el nivel de competitividad sea alto y que aumente el rendimiento de la compañía. De este modo, es necesario fomentar que los empleados rindan, ser más exigentes en ese sentido, porque en España siempre ha habido mucha ligereza con este tema.
¿Cuáles son las perspectivas de futuro para la compañía en España?
De cara a 2015 tenemos previsto duplicar la plantilla, después de que hemos crecido un 30% en los últimos tres años. En cuanto a facturación, 2014 se cerró con unos 12 millones de euros.