La mejora del sistema financiero y una aplicación efectiva de la reforma laboral son los dos grandes temas que más preocupan al director general para España de la multinacional de recursos humanos Hays, Christopher Dotti. Desde el año 1996, trabaja en ella y compagina este oficio junto al de vicepresidente de la Cámara de Comercio británica en la Península Ibérica.
Si los bancos españoles superaron los test de estrés de la UE, ¿por qué el mercado laboral continuará estresado?
Básicamente, porque no se ha cambiado el mercado laboral en España. Tenemos en los últimos 30 años una tasa de paro promedio del 16%. No vale un crecimiento del PIB para tener un crecimiento gradual de empleo porque, en ocho o diez años, podríamos estar, por ejemplo, en dos millones de parados y cuando vuelva otro ciclo económico pasaremos de dos a cinco o seis millones de nuevo.
¿Por qué en España existe esa brecha tan grande entre formación y lo que las empresas exigen realmente a los empleados?
Tenemos una mentalidad muy formal y antigua de que la educación es tema del sector público. Este y el sector privado apenas hablan. Creo que es una falta de confianza y colaboración por parte de todas las entidades. Además, si hablas con un trabajador español tienes la sensación de que no hay ninguna empresa que quiera generar empleo. A la vez, si hablas con un empresario ves que no hay ningún trabajador que quiera trabajar.
¿Cuáles son las características de los jóvenes españoles que los diferencian del resto de Europa?
Yo creo que en España, al vivir en un mundo globalizado, se tiene la ventaja de que la formación y la educación es mucho más avanzada que la de otros países, como los que pueden estar en vías de desarrollo. Hay españoles que tienen muchas capacidades que se requieren en otros países, pero no tienen la capacidad de los idiomas o de buscarse la vida.
Hay muchas becas que apoyan a universitarios, pero la formación profesional no recibe tantas ayudas, ¿a qué cree usted que es debido?
Realmente, no hay suficiente movilidad interna dentro de España. Por necesidad financiera o por vivir con la familia, los jóvenes están muy vinculados a una zona geográfica que limita mucho las oportunidades a empleos de formación profesional. Alguien que vive en Extremadura, por ejemplo, podría buscar una oportunidad en Barcelona no solo con poseer una titulación universitaria.
¿De aquí a unos pocos años se acabará la fuga de cerebros que se van de España?
Hay españoles que se han ido y que volverán, y habrá otros que se queden donde están. Me gustaría ver un plan sectorial por parte del Gobierno para ver cuáles son los sectores del futuro para España y ver ahí dónde está nuestra ventaja competitiva.
Los jóvenes emigrantes fracasan