La escuela de oficiales del ejército estadounidense le ayudo "a enderezarse", tras ser expulsado tres veces de la universidad por juerguista, y le enseñó el "donde estoy y a donde quiero ir"; en España se hizo emprendedor y creó su mayor círculo de amigos, y de Cuba, de la que salió exiliado a los 13 años, guarda el corazón y sólo volverá a ayudar a reconstruirla con un régimen democrático.
Hoy, Leopoldo Fernandez Pujals, creador de Telepizza y presidente de Jazztel, cuya compra por Orange se cerrará próximamente, cuenta en su libro 'Apunta a las estrellas y llegarás a la luna' los pasos que le han llevado a triunfar en los negocios.
"Mi afán por ser empresario parte del hecho de que mi madre, mi padre, mis tíos... que tenían negocios propios en Cuba no repitieron la experiencia cuando se exiliaron a Estados Unidos", explica. "Les quitaron el aire y algunos intentaron convencerme de que no me complicara la vida... pero si trabajas para otros, tienes poco margen para prosperar y guardar para el futuro".
Su madre era madre arquitecto y la primera mujer que obtuvo cátedra en Cuba y le inspiró hasta que murió y su padre que se ocupó de formarle mediante libros que le enviaba a España sobre todos los temas de empresa que podían ayudarle en cada momento.
Enseñar a emprender
Fernández Pujals, en la que llama última etapa de su vida, quiere trabajar con sus hijos (dos americanos y tres españoles) para ayudarles a moverse en el mundo empresarial y enseñar a los jóvenes a emprender. Este libro es parte del proyecto.
Llegó a España de la mano de Johnson & Johnson donde, dice, provocó más de un recelo por su afán de hacer las cosas mejor y de la que salió después de 15 años ante la imposibilidad de implantar la nueva estructura que inicialmente le habían aprobado y que estaba dando resultados.
"Entonces me repetía: no me moriré sin tener una empresa", y pensó en un negocio en el campo como criar ovejas, pero finalmente vio las posibilidades del negocio de pizza a domicilio y creó Telepizza con una inversión inicial de 18.000 euros y por la que han pasado más de 400.000 jóvenes que trabajaban a tiempo parcial "para conseguir dinero en un momento determinado".
"Más de uno me dijo que iba a ser mi cementerio" pero consiguió colocarla en el Ibex y salió de la empresa con 300 millones de euros en el bolsillo. Entonces "me hablaron de suerte", pero "no fue suerte, fue trabajo, igual que en Jazztel".
Buen emprendedor, mal gestor
Precisamente en Jazztel estuvo a punto de quebrar tres veces y apostó toda su fortuna pero tenía a su favor que el era el dueño de sus decisiones y sentía que controlaba la situación.
Sobre el creador de Jazztel, Martin Varsavsky, opina que es un emprendedor científico, un creador, pero no un buen gestor.
Cuando entró en Jazztel donde había un gran problema de deuda y de imagen, y consiguió hacerla crecer, solucionando le problema de la deuda, reduciendo gastos, mejorando la atención al cliente con plataformas propias y con un gran acuerdo de Telefónica que les permitió aprovechar las oportunidades del mercado.
Ahora sale de Jazztel con unos 482 millones de euros más y entra en la lista española Forbes con el número 63.
Enseñar lo que sabe
Dice que se va a dedicar a enseñar lo que sabe y tiene en mente la creación de un master en Estados Unidos y otro en España para enseñar las habilidades de un empresario que no se aprenden en la universidad.
Pero sigue siendo empresario y trabaja de lleno en su sociedad de pizza 'La original' de la que tiene cuatro tiendas y que quiere hacer crecer y, sobretodo, en su pasión, el caballo español que quiere mejorar para llevarlo a Arabia junto con otro proyecto de cría de halcones para vender también en esta zona donde hay mucha afición.
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