Jonatan Arroyo se apuntó a una escuela de baile para aprender salsa y conocer gente y se dio cuenta que a nivel operativo había mucho que mejorar. Roger Gutiérrez trabajaba en el sector del ocio digital y detectó que muchas personas buscaban por Internet clases de baile. De su experiencia directa se dieron cuenta que en este sector había una oportunidad de negocio, que no dudaron en compartirla con Aniol Brosa, consultor estratégico que regresó a Barcelona tras finalizar un MBA y Oriol Segundo, que volvió de Silicon Valley y tiene un perfil más técnico.
Así nació u!dance, una cadena de escuelas de baile social, que con apenas un año de vida cuenta con tres academias en Barcelona, un equipo de 20 trabajadores, 1.200 alumnos y una facturación de 350.000 euros.
Tal y como explica Brosa, "u!dance es para el baile lo que el Dir para los gimnasios, toda una revolución sectorial". Para conseguir estos resultados, los fundadores han desarrollado una herramienta de gestión interna que mejora aspectos organizativos de las escuelas de baile, comopor ejemplo "la inscripción y el pago por Internet, sin necesidad de permanencia y pudiéndose apuntar losalumnoscada mes". Además, como añade Brosa, "el primer mes se pueden apuntar de prueba por 19 euros y tenemos una política de precios ajustados como ofrece Decathlon".
Planes de crecimiento
La firma quiere crecer en Barcelona y Madrid y dar el salto internacional a Londres, Nueva York y Berlín, que lo hará con centros propios y adquisiciones. Tal y como ha concretado Brosa, "en Barcelona barajamos dos opciones: adquirir dos escuelas o abrir un centro de 2.000 metros cuadrados con 12 salas para agrupar el negocio en la capital catalana".En Madrid espera tener dos escuelas en 2015 y el salto internacional lo contempla para 2016. Este año espera captar 500.000 euros de una ronda de financiación para seguir creciendo.
Artesanía bajo demanda