
Acaba de recibir el premio Empresaria del Año 2013 que concede Aseme, la Asociación de Mujeres Empresarias de Madrid.
Matilde Pelegrí fue cofundadora en 1986 del Grupo Senda, que edita revistas sobre diversos sectores, incluida una dirigida a lectores mayores de 50 años. En plena era digital, la mitad de los ingresos del grupo -cuya facturación no desvela- procede de las publicaciones en papel, y no ha efectuado despidos pese a la crisis (tiene 15 empleados directos). Curiosamente, la formación universitaria de Pelegrí no tiene nada que ver, al menos en apariencia, con el campo al que se dedica.
Perdone el tópico pero, ¿qué hace una ingeniera química como usted en un sitio como éste?
Cuando empecé en el mundo editorial pensaba que era algo temporal, pero al final me quedé. Al principio aplicaba mis conocimientos técnicos a la coordinación de publicaciones del sector industrial. Más tarde vino el salto al mundo senior (mayores de 50 años).
¿Qué significa para usted el reconocimiento de Aseme?
Me parece importante porque promueve el mundo empresarial. Yo reivindico la palabra empresario, que actualmente tiene mala prensa. Se habla mucho de emprendedores, pero los empresarios emprendemos todos los días.
¿Los mayores son consumidores importantes?
El 26% del consumo español procede de personas que superan los 65. En España hay más de 16 millones de personas mayores de 50 años y sólo el 3 % son dependientes.
Los telediarios hablan de 'ancianos' de 60 años. ¿A usted qué le parece que los denominen así?
Creo que habría que desterrar la palabra anciano para referirse a personas menores de 80 años.
¿Han cambiado los mayores?
¡Sí! Hace 20 años una señora de 60 años era una abuelita que vestía de oscuro. Ahora, los alumnos de las universidades de mayores están espléndidos. Han aprendido a disfrutar de la vida.
Con el recorte en pensiones, ¿tendrán dinero para revistas los futuros jubilados?
La ventaja de haber nacido en plena crisis es que lo hicimos adaptados a ella. La revista se vende a dos euros, un precio accesible.
Cuando uno cumple 70 años y no quiere vivir solo pero tampoco irse a una residencia, ¿qué alternativas tiene?
Están surgiendo nuevas formas de vivienda, como el llamado cohousing: grupos de jubilados que forman una cooperativa y entran en contacto con arquitectos y constructores para levantar un edificio accesible. En él, cada persona o cada pareja tiene su propio apartamento, pero además cuenta con un comedor común con un menú a un precio económico, servicio médico, fisioteapeuta, gimnasio... Ya hay iniciativas en Valladolid y en la sierra madrileña y es una línea de negocio muy interesante para las constructoras.