Licenciado en Economía por la Universitat Pompeu Fabra y Master en Economía y Finanzas por el Centro de Estudios Monetarios y Financieros, ha trabajado en la Oficina Económica del Presidente del Gobierno entre 2004 y 2011, donde terminó como director del Departamento de Política Económica desde junio de 2010. Desde septiembre de 2012 es el director del Servicio de Estudios del Instituto de la Empresa Familiar.
El IEF lanza ahora un programa para ayudar a las pymes asociadas a salir al exterior con el apoyo de las grandes. ¿Cómo se articula?
Ante la persistente debilidad de la demanda interna, es necesario incorporar nuevas empresas a este proceso, y que lo hagan con garantías de éxito. En este sentido, la Junta Directiva del Instituto de la Empresa Familiar está estudiando la puesta en marcha de un programa piloto, a través del cual las grandes empresas familiares apoyarán a otras empresas familiares, integradas en la red de Asociaciones Territoriales del IEF, en su proceso de internacionalización. Los detalles concretos del programa -que incluirán actuaciones tanto en el ámbito de la formación, como de apadrinamiento logístico, comercial y tecnológico en el exterior- se darán a conocer más adelante.
Desde el IEF se pide también la participación del sector privado en los programas y ayudas públicas para la internacionalización.
El IEF ha presentado un plan de acción de 40 propuestas concretas y viables, de aplicación en el corto y en el medio plazo. Proponemos avanzar hacia modelos organizativos público-privados para las agencias de apoyo a la internacionalización, tanto de ámbito estatal como autonómico. Fíjese que todos los miembros del Consejo de Administración del Icex, menos uno, proceden del ámbito del sector público, cuando en otros países desarrollados la participación del sector público no sólo es menor, sino que incluso puede llegar a ser minoritaria: el 48 por ciento en Japón, el 21 por ciento en Francia, o el 20 por ciento en Italia. A nivel autonómico, existe un número muy limitado de casos, el País Vasco, Navarra, Castilla y León y Aturias, en los que se incorpore de manera suficiente la experiencia del sector privado.
Desde la Administración se han articulado recientemente programas de apoyo a la internacionalización como el Pyme Invierte, la ampliación de la línea ICO o el Fondo de Apoyo a la Empresa de Cesce.
Nosotros hacemos una valoración positiva tanto sobre estos programas, que son especialmente adecuados en el actual contexto de restricción crediticia, como del conjunto de la política de apoyo a la internacionalización, que en el marco de un exigente programa de consolidación fiscal, ha avanzado en la coordinación de los distintos agentes públicos, a través del Consejo Interterritorial de Internacionalización, o mediante la firma de importantes convenios para evitar la doble imposición .
La financiación es también el gran problema de las pymes españolas en sus procesos de internacionalización. ¿Qué medidas consideran que deberían arbitrarse?
Para la recuperación de la economía española es clave que ningún proyecto viable de internacionalización empresarial se quede sin financiación. Proponemos que se amplíe el alcance y funciones de las agencias de crédito a la exportación, tanto en relación al límite de asunción de riesgos, como en las condiciones de cobertura. Sería también útil que se unificara en un portal web toda la información de productos financieros de interés para la empresa exportadora.
Durante la presentación del estudio sobre internacionalización del IEF, ustedes apuntaron que las exportaciones marcan siempre el camino de la recuperación ¿Podemos hablar ya de indicios de reactivación en 2013?
Históricamente, la salida de los periodos de crisis en la economía española ha comenzado por el sector exterior. Desde el primer trimestre de 2010, las exportaciones de bienes y servicios están amortiguando el efecto de la crisis, tanto sobre la actividad, como sobre el empleo. En términos generales, las empresas y las comunidades autónomas más internacionalizadas están resistiendo mejor la crisis económica. La contribución de las exportaciones ha permitido compensar parcialmente la caída de la demanda interna, que seguirá estando muy presionada en los próximos trimestres por diversos factores, como el ambicioso proceso de consolidación presupuestaria en marcha o el proceso de desapalancamiento del sector privado.
La recesión o la desaceleración en las grandes economías europeas, ¿puede afectar a las previsiones de crecimiento de nuestro sector exterior para este año?
Por un lado, tenemos una oferta exportadora más amplia, más competitiva y más diversificada. Desde el inicio de la crisis hemos recuperado en torno al 85 por ciento de la competitividad-coste relativa a la zona euro, medida en términos de costes laborales unitarios, que habíamos perdido desde nuestro ingreso en la moneda única. Pero, por otra parte, la zona euro está en recesión desde el tercer trimestre de 2012. Ello hace que existan enormes discrepancias sobre la evolución de las exportaciones en 2013 que van desde un crecimiento del 9,3 por ciento a un retroceso del 2,2 por ciento. En este contexto, es preciso, tal y como ha reclamado recientemente el presidente del Gobierno que en los países centrales del euro se realicen las políticas de estímulo a la demanda interna, que hoy España no se puede permitir.
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