Las vacaciones no solo sirven para descansar, también solemos reafirmarnos en la creación de propósitos de nuevos hábitos. "Cuando vuelva de vacaciones me pondré en serio con el inglés", nos decimos. "Debería perder peso, empezaré a hacer ejercicio", nos repetimos. "¿Y si pruebo a meditar? He oído que es muy bueno para el estrés…". Así, a la vuelta del verano o con el comienzo del nuevo año y cargados de buenas intenciones, ponemos en marcha la maquinaria para conseguir nuestros objetivos. Más noticias en la revista gratuita elEconomista Pymes, Autónomos y Emprendedores
Por suerte, en los últimos años el smartphone lo ha cambiado todo y hoy en día existen miles de aplicaciones motivadoras que nos ayudan o nos hacen más llevadero el sacrificio que conlleva alcanzar nuestras metas.
Meditación
Las interminables jornadas laborales desgastan no solo nuestro físico sino también la mente. Por eso, es fundamental dedicar unos pocos minutos diarios a la relajación para librarnos del estrés antes de iniciar un nuevo día o recargar las energías al final del mismo.
Cada vez más empresas promueven esta práctica entre sus empleados y no son precisamente pocas las startups que se están haciendo de oro gracias a una versión "occidentalizada" de la meditación. Entre las más rentables, encontramos Headspace, aplicación que ha conseguido levantar nada menos que 75 millones de dólares en rondas de financiación desde que empezase su aventura en 2010. La app de "meditación para la vida moderna", creada por el monje budista inglés Andy Puddicombe, es cada vez más popular. Con distintas cuotas que van desde los 5 euros al mes hasta los casi 100 anuales en función de la versión que elijas, está disponible para iOS y Android, aunque de momento no hay versión en castellano.
Otras aplicaciones como Calm (10 millones de dólares), Intimind o Buddhify también han conseguido desarrollar un negocio millonario gracias a sus apps de pago.
Hacer deporte
Es por todos conocido que el campo del running ha sido uno de los grandes beneficiados de la revolución tecnológica de los últimos años y que en muchos casos las apps que nos "ayudan" a medir nuestros esfuerzos se han convertido en negocios millonarios. Tanto es así que las grandes firmas deportivas han llevado a cabo importantes inversiones en este tipo de aplicaciones. Sin ir más lejos, Adidas, pese a tener sus propias plataformas deportivas, se gastó en 2015 nada menos que 240 millones de dólares para comprar Runtastic, una de las apps más populares de este nicho de mercado. A principios de 2016, Asics invertía 85 millones de euros en la adquisición de Runkeeper, otra de las grandes compañeras de fatigas para los runners de medio mundo.
Y algo similar ocurre con Under Armour, que invirtió 475 millones de dólares en la compra de MyFitnessPal (el contador de calorías más famoso de la red) y Endomondo (además de registrar diversos parámetros de ejercicio, es una red social).
Aprender un idioma
Los avances tecnológicos suelen impulsar cambios en los hábitos de los usuarios, y la tecnología móvil se ha convertido en un recurso ideal para llevar el aprendizaje a esas personas con un ritmo de vida frenético. Es por ello que las aplicaciones para móviles están cada vez más consolidadas como herramientas prácticas y cotidianas en España, y las apps de idiomas disfrutan de una alta frecuencia de uso. Según la nueva edición del sondeo sobre el uso de aplicaciones para Mobile Learning, el 93% de los españoles afirma hacer uso regular cada semana de una app para aprender inglés. De ese porcentaje, un 67% utiliza sus dispositivos móviles con este fin al menos varias veces por semana, y un tercio (27%) asegura que utiliza la aplicación para aprender idiomas una o más veces al día.
Duolingo es la startup que mejor ha comprendido que aprender un nuevo idioma puede convertirse en un juego. Tanto es así que la compañía ha levantado nada menos que 108 millones de dólares en distintas rondas de financiación. Le siguen en esta cruzada por mejorar nuestro nivel de idiomas la alemana Babbel (32 millones de euros), o la inglesa Busuu (12 millones de euros). En España brilla con luz propia ABA English, una startup catalana que ha conseguido 15,4 millones de euros desde su lanzamiento en 2007. Como explica su directora académica, María Perillo, "el aprendizaje con dispositivos móviles, el m-learning, tiene muchas ventajas, y una de las más importantes es su adaptación al ritmo de vida y los hábitos del alumno. De hecho, en ABA English diseñamos las clases para que cada pieza didáctica sea autosuficiente y permita al alumno lograr un objetivo en pocos minutos y asimilarlo de verdad. No se trata simplemente de ofrecer contenidos cortos".