
"Reinventar un modelo de negocio que ya existe para hacerlo más eficiente". Ésta es una de las misiones de Inbonis, según Alberto Sánchez, su fundador y director general. Esta compañía da préstamos a pymes "mirando su potencial en el largo plazo" y "ajustando los precios al nivel de riesgo de los negocios, según la fase en la que estén", añade Sánchez.
¿Por qué escogieron España para lanzar Inbonis?
España era un mercado muy atractivo por la dinámica de la banca. Durante la primera parte de los años 2000, este sector era muy agresivo y olvidó que su negocio básico era financiar, llegando a unos grandes volúmenes. Todo el mundo devolvía el dinero hasta 2007, cuando llegó la burbuja inmobiliaria y, en este punto, la banca se retiró. La situación que este hecho creó fue injusta, porque la empresa seguía trabajando, pero su socio financiero le cerraba las líneas de crédito y muchas pymes murieron.
¿Cómo definieron el producto que querían ofrecer?
En 2015 nos sentamos con muchas pymes y fundadores, que son a la vez directores generales y comerciales, con una dedicación casi mística de su negocio y que estaban en shock por haber confiado siempre en el sector bancario, que de repente desaparece. Buscaban simplicidad, transparencia y que le ofrecieran únicamente lo que pedían, no otros productos. Además, le daban valor a la cercanía, y nos llamó la atención que echasen de menos la figura del director de oficina del banco que les conocía.
¿Y cómo han trasladado esto a su modelo de negocio?
La realidad es que esta figura del director de toda la vida ha cambiado y, en cinco o seis años, se han cerrado el 35% de las sucursales, por lo que se ha perdido toda la riqueza de información y la cercanía que busca la pyme. Así, ya no es tan fácil estudiar el riesgo de estas empresas y los bancos prefieren dar créditos de mucho volumen a grandes compañías, que préstamos de 50.000 euros a 1.000 pymes. En este punto, nosotros vemos una oportunidad, gracias a nuestra capacidad de analizar los riesgos.
¿Cómo determinan si conceden un préstamo y su cantidad final?
Nos restringimos a empresas gestionadas por sus propietarios porque el análisis de riesgos está muy ligado a la relación entre dueño y empresa. Así, nuestra tecnología agrega información sobre la pyme, accesible vía registros mercantiles o de crédito. Esta tecnología nos permite ser muy eficientes a la hora de tomar decisiones, ser competitivos en coste y dar una respuesta rápida, llegando incluso a tomar decisiones de inversión en 48 horas. Nuestro algoritmo tiene 13 variables, de las que una es una percepción libre del analista, y que tienen en cuenta información sobre la empresa, los clientes y las referencias. En cuanto a las cantidades, nosotros somos como un proveedor financiero que hace una oferta y espera a que se la acepten.
Y sin avales personales...
Nunca jamás vamos a pedir avales porque creemos que debería estar prohibido asumir riesgos empresariales con bienes personales. En tema de riesgos, miramos a los ojos a la compañía cada mes, y el empresario tiene que asegurarse de tener un flujo de repago según un calendario establecido. Si alguien no paga porque no quiere, lo llevamos ante notario para que el juez le pueda imputar. Eso lo hacemos a través de una póliza desdoblada, que agiliza el proceso al máximo.
¿Con qué cantidades trabajan?
Ofrecemos entre 15.000 y 250.000 euros y la media de los préstamos realizados está en torno a los 70.000. Buscamos ser competitivos en precio y queremos a los mejores clientes de los bancos, no aquellos a los que no les dan dinero. Para ello, tenemos un filtro de entrada automático que descarta a mucha gente.