
La tendencia es imparable. Establecer el ritmo de aprendizaje, personalizar los contenidos a medida, la posibilidad de combinar materiales didácticos, los ahorros de coste, la economía a escala... harán que en cuatro años uno de cada dos cursos de formación se impartirá de manera online.
Las empresas van a triplicar su inversión en formación online, tras comprobar que se reducen los costes hasta un 50% respecto a la formación presencial, y se consigue un ahorro energético de hasta el 90%. Y, sobre todo, el tiempo de aprendizaje se reduce en un 60%, según Cursogram, plataforma de formación online.
No es el único aspecto en el que va a cambiar el mundo de la formación. Además, va a incrementarse el uso de las aplicaciones Big Data. Con el incremento de los estudiantes y los cursos, el uso de este tipo de herramientas permitirá conocer mejor los patrones de comportamiento de los estudiantes ante determinados contenidos, mejorar y reforzar los cursos, diseñarlos casi a medida, y hasta mejorar los procesos de reclutamiento laboral, mediante la identificación de determinados perfiles de estudiantes, según los diferentes criterios propuestos por las empresas demandantes. Es una práctica que ya llevan a cabo en EEUU compañías como Google, McAfee, Yahoo! o Deloitte.
Nuevos dispositivos
Otra tendencia del elearning al alza es la formación multisoporte a la carta. Con la irrupción de nuevos dispositivos ha cambiado la forma en la que los usuarios acceden a los contenidos e interactúan con ellos. La llegada de los relojes inteligentes y otros wearables o las ventajas que ofrecen los servicios en la nube, no harán más que acentuar esta tendencia.
Los smartphones también influyen en la formación. La demanda de mLearning se dispara. Con más de 2.000 millones de usuarios en el mundo, y la tendencia a aumentar el tamaño de las pantallas, y con la posibilidad de estudiar un curso en cualquier momento y a cualquier hora, se estima que el mercado mundial de educación móvil supere los 37.800 millones en 2020.
Por último, hay que tener en cuenta el auge de las aplicaciones y la gamificación. El números de apps de educación se disparará entre un 180% (las de pago) y un 239% (las gratuitas). Uno de los segmentos de mayor crecimiento serán las que apliquen técnicas de gamificación, que permiten al alumno retener un 90% más de conocimientos que frente al escaso 10% de la lectura o el 30% de aprendizaje apoyado con formatos audiovisuales.