Emprendedores-Ferias

S. Chartier: "Lo mejor del ecosistema emprendedor es que siempre está dispuesto a la cooperación"

  • "Hay dinero disponible para invertir, pero faltan proyectos ambiciosos"
  • "Para montar una empresa hace falta mucha participación y trabajo"
Sebastián Chartier, consejero delegado de Creaventure y fundador de Salón MiEmpresa. Imagen de Elisa Senra

Son muchos los caminos a seguir a la hora de emprender. Desde lanzar una compañía desde cero, hasta el sistema de franquicias o, incluso, comprar una empresa ya existente. Pero todos ellos requieren de una formación y preparación exhaustiva. Más noticias en la revista gratuita elEconomista Pymes, Autónomos y Emprendedores

Con la idea de ayudar y apoyar a este ecosistema llegó a España en 1999, Sébastien Chartier, un francés que viendo el ligero retraso que sufría nuestro país en el entorno tecnológico con respecto a otros países europeos, decidió apostar por montar en España varios proyectos relacionados con el entorno del emprendimiento, su financiación y la tecnología. Después de un tiempo y del mazazo que la crisis económica supuso para el tejido productivo y social del país, Chartier se animó a montar el Salón MiEmpresa en España, un evento capitaneado por Creaventure -la empresa que él mismo dirige- y destinado a pymes, startups y emprendedores: "Con la crisis vimos que mucha gente iba a emprender más por necesidad que por vocación. Nosotros íbamos un poco en contra del Gobierno, que trataba de empujar a la gente a emprender para bajar las cifras de paro. Entonces intentamos agrupar a todos los actores del ecosistema en un evento para dar conferencias, tratar los temas relacionados con este entorno, desmitificar las charlas que había hasta entonces -otorgadas por grandes gurús-, hablar del tema del fracaso y acercarnos a la sociedad diciendo que se podía emprender con 3.000 euros y crear autoempleo", explica Chartier. Así surgió el Salón MiEmpresa, un evento que este año se celebra los días 21 y 22 de febrero y que se ha convertido en un encuentro de referencia para el ecosistema empresarial del país acogiendo a 15.000 personas entre autónomos y emprendedores, microempresas, pymes y grandes directivos de compañías.

¿Qué puede aportar el Salón MiEmpresa a sus visitantes?

Respuesta a cualquier duda empresarial que tengan a través de nuestros expositores y ponentes, quienes vienen a compartir su saber hacer y a ayudar a los demás. Y es que lo mejor del ecosistema emprendedor es que cuando le pides ayuda es muy raro que alguien te diga que no.

¿Cómo ha evolucionado desde su nacimiento hasta la actualidad?

Nuestro objetivo es ayudar a las compañías a pasar del autoempleo o la microempresa a pyme o a gran empresa. Por eso, hemos reforzado y cambiado bastante los contenidos del Salón, para incluir todo el tema de las pequeñas y medianas organizaciones: desde su creación hasta su consolidación, su financiación, su entorno tecnológico -que incluye mejorar los procesos o el marketing- hasta llegar, incluso, al punto final que es la venta de la compañía o también la quiebra.

Pero todavía España sigue teniendo un grave problema en cuanto al excesivo pequeño tamaño de sus compañías, ¿a qué se debe?

Aunque yo creo que cualquiera puede emprender, mucha gente lo hace sin tener la formación adecuada y, al final, hace falta mucha participación y trabajo. Muchos no hacen bien sus deberes a nivel de estudio de mercado. Por otro lado, la financiación sigue siendo un problema: los emprendedores tenemos la costumbre de ser optimistas a nivel de ingresos y no lo suficientemente pesimistas a nivel de gastos. Además, no dedican lo suficiente a tener los primeros clientes y cobrar de ellos, y al final los gastos se disparan. Asimismo, en muchas ocasiones tenemos un problema de inferioridad con respecto a otros países cuando no deberíamos, un prejuicio que nos ha fallado a la hora de montar compañías ambiciosas.

¿Cómo ayuda un evento como el Salón MiEmpresa a paliar estos defectos?

El encuentro trata de dar respuesta a lo que buscan sus asistentes: formación, financiación, clientes y proveedores. Está montado en torno a tres pilares: las conferencias -en las que habrá 10 horas en paralelo con 300 speakers-, los expositores -quienes vienen a compartir sus productos y servicios adaptados a las pymes- y, por último, el networking. Este año tendremos también la sala mentoring, donde un centenar de expertos responderán a las demandas concretas de los visitantes. La gente viene aquí enfocada a hacer negocios y es por ahí por donde deben ir todas las ferias: intentamos que los expositores se sientan como consejeros y que al final no intenten colocar sus productos.

El Salón contará también con una parte dirigida a emprendedoras y directivas. ¿Qué esperan de esta iniciativa?

En España emprenden un 17 ó 20 por ciento de las mujeres. En cambio, muchas de sus compañías duran más tiempo, porque son más cautas a la hora de emprender o hacen mejor sus deberes de preparación. Nosotros hemos querido dar el ejemplo de mujeres de cualquier edad que emprenden para que comenten su experiencia. El 80 por ciento de los speakers que hay en muchos eventos son hombres, por eso queremos darle un poco más de peso al género femenino.

¿Cuáles son los principales errores que comete un empresario cuando acude a este tipo de encuentros?

Hay gente que viene en plan turista, pero no se lo prepara y no lo aprovecha al máximo. El programa es muy intenso y, antes del evento, es necesario buscar a qué tipo de conferencias ir.

El Salón MiEmpresa es un evento enfocado al tejido empresarial español. ¿En qué posición se encuentra nuestro país en relación a la organización de este tipo de citas?

Las ferias en España han evolucionado muy bien. Además, es un país que, por su lado turístico, llama mucho y hemos conseguido consolidar eventos muy importantes. Es cierto que no estamos al nivel de Frankfurt u otros emplazamientos como Dubai, Las Vegas o Hong Kong, que están teniendo un boom a nivel de ferias, pero hemos mejorado mucho.

¿Cómo ha afectado la situación económica a la participación en estos encuentros?

Con la crisis, muchas compañías han recortado bastante su asistencia a eventos y para mí es un error, porque no conocen a sus clientes o no los estudian y estos son cada vez más exigentes.

¿Y las últimas medidas tomadas por el ejecutivo?

El Gobierno se ha equivocado. Por ejemplo, la Ley de Emprendedores fue un fracaso o subir las cuota de autónomos. No se está incentivando la contratación de gente o el I+D+i. Aún así, al final no lo vamos a notar tanto, porque llevan así muchos años y siempre han sido medidas muy pequeñas.

Al igual que pasó con la burbuja de las 'puntocom', ¿cree que podríamos estar ante una situación similar con la eclosión de startups?

La primera burbuja del 99 no tiene nada que ver con la actual, pero es cierto. Parte de la culpa la tiene, entre comillas, el Ejecutivo porque si miramos cómo ha evolucionado el ecosistema emprendedor, vemos que hace diez años su imagen era casposa y explotadora, pero con la crisis cambió mucho porque el Gobierno nos puso como si fuésemos héroes, y no somos ni una cosa ni otra. A nivel burbuja, es cierto que estamos de nuevo en un boom de apps y ecommerce y poco se está regulando, pero volveremos a la normalidad. Por otro lado, aunque parece que si no eres fundador de una startup no eres nadie, hay muchos sectores tradicionales donde la gente apuesta e innova y no se les da la cobertura o el mérito que se merecen, mientras que crean mucho más empleo que las startups que ahora están tan de moda.

En relación a lo anterior, ¿cómo está viendo a las nuevas empresas que están surgiendo?

Son compañías importantes. La prueba es que en los últimos dos años ha crecido mucho el número de inversores extranjeros interesados en España y sus startups tecnológicas. Además, hemos visto bastantes compras de empresas que están poniendo en el radar a España y, de hecho, el año pasado más de la mitad de la inversión de capital riesgo que hubo en España procedía de fondos extranjeros. Por otro lado, el emprendedor de aquí no tiene nada que envidiar a otros. Asimismo, hay mucho dinero disponible, casi demasiado, lo que faltan son proyectos ambiciosos. No obstante, cada vez más compañías arrancan a lo grande -con 50 ó 100 empleados- y esto es positivo porque muchos de los emprendedores de éxito están reinvirtiendo, convirtiéndose en business angels o volviendo a montar compañías.

¿Y cómo ha evolucionado la cultura empresarial?

A nivel burocrático, no tiene nada que ver. Hace una década, montar una compañía en España era casi un infierno de papeles y se podía tardar cuatro, cinco o seis semanas. Sin embargo, ahora se puede lanzar en tres o cuatro días. Por otro lado, en cuanto al talento, han cambiado las reglas del juego: la nueva generación de millennials busca otro tipo de satisfacción, más allá del sueldo, ya que están muy mal pagados. Además, están mucho más preparados y formados, y tienen integrada la parte digital. Por su parte, el cliente tampoco quiere lo mismo y las compañías han tenido que adaptarse.

¿Cómo ha integrado el Salón MiEmpresa esta transformación digital?

Tenemos una sala específica, pero en otras hay conferencias que tienen que ver con esta parte. Así, aprovechamos las redes sociales, jugamos con los ponentes en ellas para darnos a conocer, con su marca personal y la gente nos puede dar feedback in situ.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky