Los trabajadores con talento son un bien escaso, y las empresas y sus directivos pelean por encontrar y atraer a este tipo de empleados, ya que son clave para alcanzar el éxito. Pero precisamente por su talento superior, los jefes no siempre son capaces de tratarlos correctamente para sacar lo mejor de ellos y lograr su máxima productividad.
"En mis 36 años de carrera, no he encontrado a ningún trabajador con verdadero talento al que su principal motivación sea el sueldo", advierte Roger L. Martin, profesor de la Universidad de Toronto y experto en temas laborales, en un artículo publicado en el Harvard Business Review.
A través de su experiencia, Martin establece tres claves para gestionar a este tipo de trabajadores con talento de alto nivel.
1. Tratarlos como individuos
Este tipo de trabajadores no quieren ser tratados como un conjunto, ni siquiera como un conjunto de los mejores trabajadores. Lo que de verdad aprecian es que se les trate como a individuos. "Los trabajadores con más talento pasan la vida luchando por ser únicos, y no les gusta que se les trate de otra forma", advierte Martin. Por el contrario, "se les puede motivar si notan que son tratados como individuos únicos y valiosos", apunta.
2. Ofrecerles oportunidades
Los grandes talentos desean continuamente asumir grandes desafíos. Si se les bloquean las oportunidades de desarrollar su talento, se irán a otro lugar. Por lo tanto, un buen líder debe saber ofrecerles a estos empleados oportunidades que les permitan seguir creciendo y aprendiendo, pero con cuidado de no sobrecargarles.
Esta tarea muchas veces supone un enfrentamiento con el departamento de RRHH, que en la mayoría de ocasiones apuesta por tratar a los trabajadores de forma homogénea, limitando sus oportunidades.
3. Alabarlos
A los trabajadores de alto nivel les gusta recibir alabanzas, sobre todo cuando logran superar retos difíciles. De lo contrario, se desmotivarán. No hay que olvidar los dos puntos anteriores. Así, de nada sirven los agradecimientos en conjunto, propias de la cena de Navidad de la empresa. Y no hay nada más efectivo que las alabanzas vinculadas a las oportunidades ofrecidas y superadas.
