
Que los españoles siguen siendo más ricos (tienen un mayor patrimonio neto) que los portugueses es una realidad fácilmente observable. Sin embargo, en los últimos 15 años se ha producido un acercamiento importante, que en términos porcentuales resulta aún más esclarecedor. Portugal está recortando terreno a España en varios indicadores clave de la economía. En algunos muy relevantes como el interés que paga la deuda pública ya se ha producido incluso un sorpasso (Portugal paga menos por emitir su deuda que España), mientras que en otros como la renta per cápita (variable de flujo) o la riqueza (variable de stock) se está produciendo un acortamiento de las diferencias que queda reflejado en el último informe de riqueza global de UBS.
Un ejemplo es el de la renta per cápita. España sigue por delante, pero la distancia se está reduciendo poco a poco. La renta per cápita de Portugal representaba el 80% de la renta per cápita de España en 2008. Hoy, la renta de los portugueses alcanza ya el 92,38% de la renta per cápita de los españoles, según los datos del Banco Mundial en su indicador de PIB per cápita en paridad de poder adquisitivo (elimina la distorsión que genera la inflación).
La evolución de la renta per cápita resulta importante para la evolución de otra variable como es la riqueza, que es el indicador clave de este artículo. Desde 2008, en Portugal la riqueza por adulto aumentó más de un 80%, mientras que en España solo lo hizo en poco más de un 12%. Por el contrario, en Grecia se ha producido una caída del 11%. Estos son los datos que se desprenden del último informe Global Wealth de UBS, publicado este miércoles. Además, en esta ocasión dicho informe ha venido acompañado de un pequeño documento en el que se analizan los casos concretos de España, Portugal y Grecia, tres países con economías similares y situados en el sur de Europa.

Pese a todo, los españoles siguen por delante en términos de patrimonio neto absoluto. Según los datos de UBS, la riqueza neta media de los españoles se situó en 2023 en 225.674 euros por adulto, frente a los 163.272 euros de los portugueses y los 109.838 de los griegos. La mediana (más fiable y representativa porque no se ve afectada por los valores atípicos) fue bastante inferior, lo que deja a la luz la importante desigualdad de la riqueza. En España la riqueza mediana fue de 111.270 dólares, en Portugal 74.140 dólares y en Grecia 55.695 dólares. La mediana suele ser un indicador más fiable, puesto que está menos distorsionado por los extremos (los más ricos y los más pobres).
Estos datos hacen referencia al patrimonio neto o "riqueza", que se define como el valor de los activos financieros más los activos reales (principalmente vivienda) propiedad de los hogares, menos sus deudas. Según apuntan desde UBS se corresponde el balance de un hogar, enumerando los bienes que posee y su valor neto en caso de venderlos. Se incluyen los activos de los fondos de pensiones privados, pero no los derechos a pensiones estatales, por ejemplo. Por otro lado, el capital humano queda completamente excluido, junto con los activos y las deudas propiedad del Estado (que no pueden asignarse fácilmente a individuos), según apuntan desde el banco suizo.
La clave está en la vivienda
Aunque el informe no desagrega cuáles han sido los activos o los motivos concretos (una reducción de deuda, por ejemplo) que han provocado este incremento de la riqueza por ciudadano, sí se puede extraer grosso modo qué es lo que ha sucedido. Todo apunta a que la vivienda tiene gran parte de la culpa de la mejor evolución de la riqueza en Portugal respecto a España. Más allá del mejor comportamiento de la economía (genera mayores rentas salariales y beneficios), el precio del 'ladrillo' ha impulsado la riqueza de los lusos.
El propio informe destaca que, en el caso de estos países del sur de Europa, la vivienda en propiedad tiene un elevado peso en el patrimonio de los individuos: "Los activos financieros representan aproximadamente un tercio del patrimonio bruto por adulto en los tres mercados, por debajo de la media de Europa, que se sitúa en el 54,6%. La proporción de deuda es igualmente baja en los tres países, ya que ronda el 10%, en comparación con la media europea del 17%", sentencian los expertos del banco suizo.
Por tanto, alrededor de dos tercios de la riqueza está conformada por los activos reales, que en su mayor parte son 'ladrillo'. El precio de la vivienda real (descontando la inflación) ha aumentado en Portugal un 55% desde 2008, mientras que en España sigue aún por debajo de aquellos años de burbuja. Es cierto que el precio nominal (no descuenta la inflación) ha alcanzado más o menos los niveles de 2008, pero hay que tener en cuenta que desde entonces la inflación ha subido casi un 30% (acumulado). Por ello, en términos reales el precio de la vivienda se encuentra muy por debajo respecto a 2008, según los datos del Banco Internacional de Pagos (BiS) que se pueden observar en el gráfico.
La desigualdad de la riqueza crece más en España
Por otro lado, la desigualdad de la riqueza, medida por el coeficiente de Gini, se aproxima a la media de Europa en los tres mercados, aunque desde 2008 ha aumentado más de un 17% en Grecia y casi un 20% en España, frente a solo el 2% en Portugal.
El informe global señala que en "Italia y España son dos mercados donde el crecimiento de la riqueza media por adulto desde 2008 oculta una caída de la riqueza mediana... Estos movimientos implican que la riqueza se ha concentrado más en la parte superior de la distribución", aseguran los economistas de UBS.
Estos expertos insisten en la parte global del informe (la que aborda la situación de la riqueza de todos los países), que en 2008 y 2023 "la desigualdad de la riqueza se ha disparado aproximadamente un 20% en España y Finlandia. Por el contrario, en Alemania y Austria ha caído aproximadamente un 5%, en Suiza algo más del 4,5% y en los Países Bajos algo más del 3,5%".