La Generación Z, es decir, los nacidos entre 1997 y 2012, han sido tildados como "generación de cristal". La concienciación de este grupo poblacional por la salud mental y física ha provocado que muchos los tachen de vagos o victimistas. Sin embargo, la realidad es muy distinta y la consultoría Deloitte lo ha reflejado a través de los resultados de una encuesta global a 22.000 trabajadores.
Tanto la Generación Z como los millennials han realizado este cuestionario, en el que se ha reflejado que su forma de vida se basa en el paycheck to paycheck, lo que describe su incapacidad para pagar los gastos de la vida debido a la pérdida de ingresos o a la dificultad para presupuestar.
Las cifras que arroja el estudio son que el 46% de la Generación Z y el 37% de los millennials tiene que recurrir a un segundo trabajo para poder cubrir todos los gastos que tienen. Aquellos que no utilizan este camino recurren a las horas extras pagadas con tal de aumentar el cobro a fin de mes. Asimismo, ambos sitúan el alto coste de vida como su principal preocupación por segundo año consecutivo.
"El coste de la vida ha sido su principal preocupación durante dos años consecutivos, y las finanzas son sistemáticamente su principal factor de estrés", explica a Fortune la líder global de People & Purpose de Deloitte, Michele Parmelee. La experta además apunta que los ingresos no son bajos porque son jóvenes y no cuentan con experiencia, ya que los millennials llegan hasta los 42 años.
Entre los segundos empleos más populares se encuentran la venta de productos o servicios en Internet, trabajar para una aplicación de reparto de comida o de servicios de transporte, "perseguir ambiciones artísticas" o convertirse en influencer en redes sociales. Paralelamente a este factor, estos grupos poblacionales se rigen por los principios del ahorro y el medio ambiente. Por ejemplo, compran ropa de segunda mano, no conducen coches o siguen dietas veganas o vegetarianas, según Parmelee.
Expectativas laborales
En Estados Unidos, un informe de PYMNTS refleja que estos problemas también se están produciendo en el 64% de los adultos. Sin embargo, el 40% afirma que creen que su salario aumentará para combatir el alto coste de la vida. Un optimismo que también se reproduce en la Generación Z, con un 44% de jóvenes que espera una mejora financiera durante 2023, y un 35% de los millennials.
Los estadounidenses cuentan con un ahorro promedio de 16.800 dólares, que utilizan solo en casos de emergencia, según la encuesta 2023 New York Life Wealth Watch. Mientras, la Generación Z contarían con 10.000 dólares, y los millennials con 14.000 dólares. Este colchón es producto de la acumulación de recursos económicos durante la pandemia. Pero la subida de precios durante estos dos últimos años habría provocado la disminución de estos fondos.
Para los jóvenes, el miedo al desempleo o al deterioro de las condiciones laborales provoca que no se atrevan a pedir ascensos o buscar un nuevo trabajo. En esta línea, Deloitte considera que los trabajadores que llevan menos de 2 años en su puesto de trabajo son más propensos a decir que viven al día que los que llevan 5 años.
"Debido a su preocupación por la economía, a más de la mitad o más les preocupa que sea más difícil o imposible pedir un aumento, conseguir un nuevo trabajo, recibir un ascenso e incluso formar una familia o comprar una casa", concluye Parmelee.