
La Gran Dimisión es un fenómeno que se dio en Estados Unidos en 2021, tras el estallido de la pandemia de la Covid-19, en el que casi 30 millones de trabajadores abandonaron sus puestos de trabajo. Un fenómeno nunca visto durante el S.XXI y que se produce debido a un cambio de filosofía por parte de los trabajadores.
Según Eurostat, el 3,5% de la población activa de EEUU abandona su puesto de trabajo al mes de empezar y, en Europa, en Italia y Reino Unido también han experimentado este fenómeno de renuncia en masa. En el caso de España, de momento, esta consecuencia no se está sufriendo mucho, pero, sin embargo, hay muchos sectores que están encontrando problemas para cubrir muchas vacantes, como es el caso de la hostelería, la restauración, la agricultura o el cuidado de los mayores. Esto lo reflejan muy bien los datos de la consultora Gallup, que asegura que el 85% de los trabajadores a nivel mundial admiten que su trabajo no les satisface. Extrapolado a España, el 5% de los trabajadores del país está "en alto riesgo de renunciar a su actual puesto de trabajo", según un estudio realizado por la empresa Adecco.
Todo esto se debe, en general, a "un cambio de enfoque" en el trabajo, según apuntan los expertos. Es decir, las personas valoran mucho más la flexibilidad, la conciliación familiar, la salud mental, el salario y la vinculación emocional de la empresa con el trabajador. En definitiva, la nueva línea es que el empleado busca un puesto de trabajo que le permita cumplir con sus objetivos fuera del mismo y, por tanto, trabajar deja de ser una realización personal y se convierte en una especie de herramienta necesaria para cumplir sus deseos fuera.
En este sentido, existe una brecha entre empresas y trabajadores ya que, en la encuesta realizada por Adecco, la mayoría de los empleados a nivel mundial priman el salario (53%), seguido del ambiente laboral (36%) y el desarrollo profesional (25%). A esto se suman criterios como salud, seguridad y bienestar o el horario flexible. Mientras que estos valores quedan muy infravalorados por las empresas para atraer al talento a sus plantillas.
Una vez conocidas las causas de la Gran Dimisión, los responsables de recursos humanos deben trabajar para aportar las soluciones necesarias que consigan cerrar esta brecha y así conservar tanto el talento que ya está dentro del equipo, como las nuevas incorporaciones a los proyectos.
Precisamente, esta brecha en el vínculo emocional entre el empleado y la empresa es lo que hace que muchas personas decidan abandonar sus puestos de trabajo. En este sentido, la comunicación interna y la escucha activa pueden ser dos armas para evitar que se produzca una Gran Dimisión.
Para combatir esa desmotivación y desvinculación por parte de los empleados, los departamentos de gestión de personas deben apostar por la recopilación de datos sobre las necesidades que tiene cada uno de sus talentos y que eso se traduzca en elementos de compensación, tanto salarial como emocional, de carácter individual. Esto hará que los miembros del equipo se comprometan con el proyecto y se incremente la productividad, lo que se va a traducir en mejores resultados. Para esto, es necesaria una formación de los líderes de equipo ya que, en muchas ocasiones, las personas no se van por el trabajo, si no por sus jefes. Es importante crear líderes que tengan unas habilidades comunicativas idóneas y empatía, y apliquen esta escucha activa. De este modo, se generará un buen entorno para trabajar y nadie se irá.
Esto encaja perfectamente con la necesidad de una comunicación interna que sea eficiente. De hecho, desde la agencia 3AW aseguran que lograr una comunicación efectiva "comienza con la implicación de los directivos de la organización". Estos expertos en comunicación recomiendan que los responsables "asistan a tantas reuniones y encuentros con la plantilla como sea posible". De este modo, sus empleados tendrán una visión más humana de sus dirigentes y ellos, por su parte, pueden conocer mejor las necesidades de su plantilla de primera mano.
Por otro lado, el entorno de trabajo es fundamental para que la gente se sienta cómoda y se genere un buen ambiente. El sitio fijo organizado en cubículos "podría aislar y bloquear la comunicación efectiva entre trabajadores", dicen desde 3AW. En cambio, los espacios diáfanos, sin lugares fijos donde la gente pueda sentarse a trabajar en equipo, en función de sus proyectos, hacen que la comunicación fluya y el entorno sea mucho más amable.
Finalmente, los canales de comunicación son fundamentales. El empleo de redes sociales, podcasts, reportajes, entrevistas... Son elementos que aportan una fluidez de la información de manera dinámica. Además, las redes sociales pueden ser el catalizador ideal para generar comunidad dentro de la organización. Desde 3AW dicen lo siguiente al respecto: "se puede aprovechar este canal para reconocer el trabajo del personal, de este modo se sienten valorados por la empresa y entre sus compañeros". De este modo, incluso los nuevos perfiles buscarán incorporarse a la compañía.
El 'trabajo en la sombra' para los nuevos empleados
El "aterrizaje" de un empleado en la empresa es fundamental. El job shadowing o trabajo en la sombra es un tipo de capacitación práctica para el trabajo donde el nuevo miembro de un equipo aprende de un colega más experimentado siguiéndolo y observándolo. Esto supone una reducción en los tiempos de eficiencia, fortalece las relaciones entre trabajadores, mejora la cultura de la empresa e incrementa la calidad de las comunicaciones.