
Una entrevista de trabajo es uno de esos trámites que muchas veces nos pueden hacer sentir incómodos. De manera casi inconsciente vamos con una predisposición negativa (¿qué me irán a preguntar?, ¿habrá preguntas trampa?, ¿qué estarán buscando?...) o por lo menos con cierta aprensión ante la posibilidad de sentirnos evaluados por un desconocido. No tenemos la fórmula mágica para cada entrevista, ya que cada empresa, puesto y circunstancia hacen de cada entrevista un proceso único, no obstante sí que podemos aconsejaros qué llevar y qué no llevar a una entrevista para ir mejor preparado.
Deja en casa:
- Las creencias auto-limitantes: tú debes ser el primero en confiar en tus posibilidades. Trasmite tu entusiasmo y afronta cada entrevista con una actitud de "yo puedo".
- Documentación o información sensible de tu actual puesto de trabajo: se prudente y aporta la información que te soliciten siempre respetando la confidencialidad por encima de todas las cosas, te ganarás la confianza de tu interlocutor.
- La impuntualidad: ten en cuenta que es la primera imagen que proyectas a tu entrevistador. Ve con tiempo y si te surge un imprevisto avisa con toda la antelación que se posible.
- Las excusas: asume con responsabilidad y madurez tu trayectoria personal y profesional. En una entrevista no se buscan culpables, sino entender los motivos que en una circunstancia concreta te hicieron decantarte por una u otra decisión. Justifica y argumenta de manera coherente y no olvides resaltar qué aprendiste de cada situación.
- Las ideas preconcebidas: cada vez hay más modalidades de entrevistas y cada vez son más las empresas que deciden cambiar el modelo convencional. Infórmate antes sobre a qué te enfrentas, si puedes aprovecha la llamada en la que te convocan, pero si no tienes esa oportunidad, pregunta en tu círculo más cercano. Sobre todo lleva una actitud receptiva para sacar lo mejor de ti mismo en cada situación.
Lleva contigo:
- Una copia actualizada de tu Cv sobre todo si has aplicado a través de un portal de empleo. Un Cv personalizado suele ser mucho más rico en información que una plantilla de una plataforma informática.
- Información acerca de la empresa: la información es poder, te ayudará a situarte y a saber qué esperar. Además trasmitirá motivación e interés por el puesto al entrevistador, así como nos permitirá poder realizar preguntas coherentes al contexto.
- Un resumen mental de tu trayectoria personal/académica y profesional. Lleva organizada la información, revisa los cambios más importantes de tu Cv y aquello que quieres destacar. Refresca en tu memoria los principales incidentes críticos a los que te has enfrentado y sus consecuencias.
- Tu mejor imagen: nos guste o no las primeras impresiones cuentan. Valora el mejor vestuario para la ocasión, adáptalo a cada circunstancia y empresa. El traje y la corbata pueden ser un acierto aunque no siempre si hablamos de empresas con una cultura menos conservadora.
- Buena actitud: lleva la mente abierta a las oportunidades que te ofrezcan, escucha activamente, observa y confía en tus posibilidades. Es bueno sentirnos ligeramente nerviosos, nos ayudará a estar alerta y percibir con mayor facilidad pequeños detalles que nos puedan ayudar a encauzar la entrevista, no obstante una excesiva activación nos hará perder nuestra capacidad de atención. Busca el equilibrio y consigue una activación positiva que te acerque al éxito.
Por: Berta Martínez-Arroyo, Exp. Senior de Recursos Humanos de Deloitte España.