Miguel Arias Cañete, el candidato del Partido Popular en las elecciones europeas, apostó en el único debate televisado de la campaña electoral con su principal rival socialista, Elena Valenciano, por un estilo frío y tecnócrata.
Mientras que la socialista trató de recuperar al ciudadano mostrándose cercana y dando voz a los asuntos sociales más preocupantes, Cañete interpretó el discurso de la recuperación económica con datos y frialdad, como un tecnócrata.
Cada postura estuvo muy calculada. En el caso del exministro de Agricultura, su estrategia fue dirigida por Pedro Arriola, principal asesor del presidente Mariano Rajoy. Arriola apostó por una máxima clara: con las encuestas a favor, la mejor opción en un debate es no destacar.
De esto derivó la impresión de que fuese Valenciano quien condujese el debate y quien desplegase de modo más claro su mensaje, algo que han reprochado algunos políticos del PP, según la cadena Ser, quienes han acusado a Cañete de "plano" en el discurso.
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Un 'tira y afloja' lejos de la UE