
"Ninguno de los que hay me gustan, pero yo no me quedo sin votar. Voy con los de los animales, aunque luego no salgan". La espontánea confesión de una anciana en un colegio electoral hace unos años despertó las sonrisas condescendientes de los interventores que la escuchaban. Ninguno de ellos era de PACMA, y la sonrisa seguramente se debiera a que pensaban que ese voto que no iría para los suyos tampoco estaría ayudando a los rivales. Especial Elecciones Generales.
En sus 16 años de vida la formación ha sido siempre extraparlamentaria. Sin embargo, en las últimas citas electorales se ha ido convirtiendo en una referencia habitual. El motivo es sencillo: desde las elecciones generales de 2011 ha sumado más votos que otros partidos que sí han logrado representación, lo que les hacía conocidos pero no relevantes. Cosas del sistema electoral.
Así, en las elecciones de 2011 FAC -el partido de Francisco Álvarez Cascos en Asturias- obtuvo un escaño con tres mil votos menos que el PACMA. En las elecciones de 2015 y 2016 EH Bildu logró dos escaños con 35.000 votos menos, y Coalición Canaria consiguió uno con 140.000 menos.
Con representación parlamentaria o sin ella, la formación no ha parado de crecer. La tendencia, tanto en las elecciones generales como en las europeas, muestra que casi doblan sus resultados en cada cita.
La tendencia podría, si se confirman algunas encuestas, llegar a su cima en estos comicios: ya hay mediciones que dan como probable que obtengan al menos un escaño. A la quinta batalla electoral, tres de ellas en cifras de partido parlamentario, podría ir finalmente la vencida.
Para entender los motivos hay que atender a diferentes ángulos. Por una parte está el componente externo: tras varios años de potente movilización del electorado de izquierdas tras el estallido del 15M las encuestas coinciden en señalar un agotamiento de las marcas de Podemos. Sus continuas escaramuzas internas y las controversias en las que se han visto envueltos sus líderes más destacados habría contribuido a una desmovilización letal de su electorado.
Los analistas creen, sin embargo, que figuras como las de la anciana de la anécdota podrían emerger: gente 'huérfana' de un espacio de izquierdas roto que podrían dar su apoyo a una candidatura a su juicio inocua para no renunciar al ejercicio de su voto.
Habría además una segunda dimensión más palpable, que es la que se refiere a su gestión de imagen. En los últimos años la formación ha ido ganando espacios públicos, si bien no en los medios de comunicación sí en las manifestaciones públicas. El debate taurino por una parte y la fuerte visibilización de controvertidos festejos como el Toro de la Vega por otra, han ayudado a darles voz y a que su mensaje se expandiera.
El problema es que hasta Podemos y Ciudadanos -y ahora Vox- nunca una fuerza extraparlamentaria había concitado atención mediática. Por eso una parte importante de su estrategia se ha volcado en las redes sociales. Y ahí PACMA compite con los grandes.
Por poner el ejemplo de Twitter, una red prioritaria para la difusión de mensajes políticos y análisis de opinión en tiempo real, la formación se cuela en el 'top ten' de las más seguidas. En concreto, está en octava posición, por delante del emergente Vox o de la antigua Convergència. A mucha distancia por detrás quedarían otras fuerzas regionales con presencia habitual en las Cortes -y por tanto en los medios- como Compromís, EH Bildu, BNG, PNV, CC, Geroa Bai o FAC.
Twitter no es el Parlamento, y los seguidores no son ni mucho menos los votos. Pero sí sirve para dar una idea del impacto que sus mensajes pueden alcanzar en un momento en el que las futuras Cortes estarán fragmentadas y la izquierda alternativa fuertemente desmovilizada.
La formación, pequeña y humilde en medios, ha querido aprovechar un escenario a priori propicio. El vídeo que han lanzado para la campaña electoral, con un acabado mucho más profesional que en otras ocasiones, ha superado las cien mil visualizaciones en apenas unos días y -esta vez sí- muchos medios se han hecho eco de su mensaje, centrado de forma muy directa en criticar a Vox -además de a otros partidos-.
Equo parece haberse hecho con un pequeño acomodo en las Cortes de la mano de Podemos. ¿Logrará ahora PACMA hacerse con un espacio propio tras tantos intentos infructuosos?