
Los primeros resultados oficiales confirman el liderazgo de Trump en Kentucky e Indiana y el de Clinton en Vermont. Por su parte, Georgia está muy igualada entre ambos, lo que confirma las encuestas, que apuntaban a una mínima ventaja republicana en ese estado.
Georgia, un estado con una gran proporción de votantes negros, había votado al Partido Republicano de forma constante durante décadas. Un empate técnico, como presagiaban las encuestas, indica que Trump no ha logrado conseguir suficientes votos blancos o de minorías.
Además, todavía no hay suficientes datos en Virginia y Carolina del Sur. Este segundo dato es muy preocupante para Trump, que debería haber ganado este estado sureño de forma inmediata, como hizo Mitt Romney en el año 2012. El equipo de Trump teme que la marcha de votantes blancos universitarios le pueda hacer perder este estado tradicionalmente republicano.
Mientras, el dato de Virginia se debe principalmente a que la gran mayoría de votantes demócratas se sitúan en las ciudades del norte del estado, por lo que aún hace falta escrutar dichas zonas antes de saber si Clinton ganará el estado de su candidato a vicepresidente, Tim Kaine. Los primeros resultados, de las zonas más rurales, debería favorecer a Trump.
Respecto a los siguientes estados en cerrar su s urnas, Ohio, donde Trump lideraba las encuestas, está muy igualada. Por su parte, Carolina del Norte no tiene suficientes datos aún. Ambos estados pueden tardar varias horas en resolverse. Virginia Occidental, mientras tanto, se añade a la lista de Trump.