Ya han transcurrido algo más de una semana desde las elecciones del 27S en Cataluña y la futura gobernabilidad de la Generalitat sigue en el aire. Aunque la mayoría obtenida por Junts pel Sí es clara, su posición independentista dificulta las negociaciones, ya que sólo la CUP estaría dispuesta a brindarle ese apoyo pese a sus reticencias para con el todavía presidente en funciones Artur Mas. EN DIRECTO | Reacciones al 27S en Cataluña | Especial elecciones catalanas.
El hecho de que el futuro Govern dependa de un partido marcadamente anticapitalista y antisistema y de que la CUP, actor político inédito a estos niveles, no aún tenga clara su posición con el presidente catalán preocupa al poder económico catalán, al que desde CDC, el partido de Mas y facción mayoritaria en Junts pel Sí, se ha querido tranquilizar aduciendo que Mas contempla otras vías para conseguir la investidura.
Según informa el diario El Mundo, desde CDC se habría transmitido a estos empresarios que Mas espera a que se dé un 'tamayazo' en el Parlament, en referencia a los dos tránsfugas del PSOE que en 2003 impidieron con su voto que el partido alcanzase el Gobierno de la Comunidad de Madrid.
Así, siempre según el citado diario, Mas espera que algún diputado tránsfuga del PSC o de Catalunya Sí Que es Pot (la marca de Podemos en la región) les preste su apoyo en el Parlament si necesidad de 'comprarlo', sólo por afinidad secesionista".
El escenario pensado por Mas y CDC requeriría que varios de estos diputados tránsfugas dieran su apoyo directo a Mas en la votación de investidura o que en la segunda votación, en la que tan sólo se requiere mayoría simple, un par de diputados de esas formaciones se ausenten por enfermedad.
Por si todo esto falla, Mas contempla la convocatoria de elecciones en febrero de 2016, las que ya serían las cuartas en Cataluña desde 2010. A estos comicios se llegaría con una máxima polarización entre Junts pel Sí y Ciudadanos. Mas y su entorno confían en que su confluencia sí que conseguiría entonces el respaldo necesario. Y es que, dentro de las opciones sobre el tablero, el poder económico prefiera a Mas en el Govern antes que a sus socios Oriol Junqueras o Raül Romeva, de un carácter izquierdista más marcado y con mayores posibilidades de acelerar el proceso independentista.
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El 'peaje' de la CUP a Junts pel Sí