
La decisión del presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, de designar a un candidato al estilo del polémico Donald Trump en EEUU como cabeza de lista del PP en Cataluña podría acarrear una serie de riesgos para el jefe del Ejecutivo que los republicanos norteamericanos conocen bien. EN DIRECTO | 11S: Celebración de la Diada e inicio de campaña del 27S
47 años de edad, exjugador profesional de baloncesto, dos metros de altura, Xavier García Albiol se ha convertido en esta apuesta de Rajoy después de que tras la debacle del PP en las elecciones y municipales de 2011 en Cataluña sólo él salvara la cara al partido en la región: se convirtió, con amplio respaldo, en alcalde de Badalona, la tercera ciudad más poblada de Cataluña, tras una campaña centrada en demonizar la inmigración.
Es posible que, a la hora de calcular los riesgos que podría tener la trayectoria de Albiol en su designación como candidato, Rajoy no tuviera en cuenta el ejemplo vivido en EEUU con Trump sacando de quicio a los dirigentes republicanos a base de salidas de tono y declaraciones desmarcándose de la línea argumental del partido. El propio Albiol, en una entrevista concedida la semana pasada, atacó la estrategia del PP a la hora de contener los esfuerzos de los independentistas por separarse de España y admitió errores en la gestión del presidente.
Sin embargo, ajeno a esos riesgos, Rajoy sabe que revivir al PP en Cataluña pasa por tener un cortafuegos como Albiol contra Ciudadanos, su mayor rival a la hora de postularse contra la independencia y partido del que puede llegar a depender para gobernar tras las generales de diciembre si, como parece, no revalida su mayoría absoluta.
En un Parlament catalán con 135 asientos y con 68 escaños como 'cifra mágica' para la mayoría absoluta, el CIS otorga tan sólo 12 diputados al PP, casi la mitad de los que estima para Ciudadanos. Aletargado su partido en Cataluña ante la pronta oposición de la formación de Albert Rivera al desafío soberanista de Artur Mas, Rajoy ha decidido minimizar el daño electoral apostándolo todo a la capacidad de Albiol para atraer el voto de los 'blue-collar' (clases trabajadoras) preocupados por la inmigración.
"Esto demuestra que el PP es totalmente consciente de su papel marginal en Cataluña," dice Lluís Orriols, politólogo de la Universidad Carlos III de Madrid, en una entrevista telefónica. "Al igual que Donald Trump, el candidato del PP puede movilizar a un grupo de votantes al que no se puede llegar de otra forma, pero difícilmente se puede aspirar a ganar de esa manera", apostilla.
Así como el controvertido Trump, multimillonario de 69 años, comenzó su carrera a la Casa Blanca blandiendo la promesa de expulsar a millones de inmigrantes indocumentados acusando a los provenientes de México de traer "drogas, crimen y ser violadores", Albiol impulsó su voto en Badalona culpando a la comunidad rumana de los delitos menores en la localidad y prometiendo "limpiar" las calles.
Conociendo estos antecedentes, el PP está tratando de pulir la imagen de su candidato en este período previo a las elecciones. El partido lo eligió debido a su capacidad de conectar con los votantes de la clase trabajadora de la misma manera que el expresidente francés Nicolas Sarkozy lo está haciendo en su país a la vez que gana terreno en las encuestas, apuntó la semana pasada en una entrevista el vicesecretario general de Comunicación del PP, Pablo Casado.
"En Francia, los votantes tradicionalmente más cercanos al socialismo son particularmente receptivos al discurso en torno a la seguridad y a la inmigración ordenada", sostuvo Casado. "En la zona de los alrededores de Barcelona, hay una clase trabajadora que está de acuerdo con las posiciones del PP", remachó.
No obstante, pese a que un cierto grado de controversia puede ayudar a la causa del PP, Casado reconocía en otra entrevista, concedida el mes pasado a la Cadena Ser, que las declaraciones de Albiol en 2010 denominando "plaga" a los gitanos rumanos fueron "desafortunadas". El propio Albiol ha aclarado que sus críticas a la comunidad rumana de Badalona eran por su conducta, no por por su raza.
En poco más de dos semanas se verá si la estrategia del PP de situar a Albiol como candidato ha dado sus frutos o el partido pierde definitivamente su relevancia política en Cataluña.