Las dimisiones de Lucía Figar y de Salvador Victoria, que según el diario El País habrían sido una exigencia de Cifuentes a Rajoy para seguir representando la candidatura del PP en la Presidencia de Madrid, no parecen aval suficiente para el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, quien augura nuevas imputaciones, al tiempo que subraya que la lista de Cifuentes "la hizo el PP de Madrid y Esperanza Aguirre". El Gobierno ve "oportunas" las dimisiones de Figar y Vitoria
Este viernes, el diario El Mundo hace hincapié en el comentario hecho ayer por Albert Rivera. El líder de Ciudadanos y su partido no se fían del todo de estas dos dimisiones. Creen que en materia de corrupción el PP no lo ha dicho todo en Madrid. Por eso mantienen que si quieren "negociar, tienen que firmar el acuerdo de regeneración democrática y contra la corrupción". "Es la única garantía de que si salen más casos abandonen sus cargos. No vale con los gestos personales", advierten.
La lista de Cifuentes, ha dicho el principal dirigente de Ciudadanos, la ha hecho el PP de Madrid y Esperanza Aguirre. "El problema -se extiende- es que si Cristina Cifuentes puede gobernar y tiene libertad para poder expulsar la corrupción del PP en Madrid. Esa es la gran pregunta que nos hacemos".
La imposible relación con Aguirre
Por otro lado, según el diario El País, Cristina Cifuentes habría planteado al partido que de no ser así, de no conseguir las cabezas de Figar y Victoria, cuya presidente de partido en Madrid es Esperanza Aguirre, ella no se presentaría a la constitución de la Asamblea este próximo martes.
El País subraya además, que "las pésimas relaciones entre Cristina Cifuentes y Esperanza Aguirre, candidatas a la Comunidad y a la alcaldía de Madrid por el PP, y silenciadas durante la reciente campaña, no han mejorado en absoluto tras el resultado del 24-M. Es más, "han empeorado tras conocerse esta semana la imputación en el caso Púnica de otros dos consejeros madrileños de la época de Aguirre al frente de la Comunidad".
Relata también el rotativo de Prisa, que pese a esta frira relación, Cifuentes llamó a Aguirre varias veces en las últimas 48 horas y también hizo lo propio con Dolores de Cospedal, secretaria general del PP. "Habló incluso del problema por teléfono con Mariano Rajoy. A todos les transmitió el mensaje de que el PP no podría resultar creíble como un partido que había entendido el toque de atención de las urnas el 24-M si no se actuaba de forma contundente en Madrid con los nuevos imputados por casos de corrupción, la gran lacra que les ha castigado en estas elecciones. Tanto Rajoy como Cospedal comprendieron sus quejas y demandas", remarca la información del diario El País.
Finalmente, apunta este periódico, a día de hoy Aguirre mantiene su silencio, y sigue sin aclarar qué piensa hacer con su situación al frente del PP madrileño, donde tiene voz en mando desde 2004.
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Figar y Victoria se inmolan por Cifuentes